Sentía mucho frío. No estaba del todo inconsiente, pero mi cuerpo pesaba. Escuché la voz del demonio de nuevo. Y luego pasos alejarse de manera apresurada. Pude abrir los ojos y vi a Muzan cerca de mí. Me tomó en sus brazos y me dijo:
-Última vez que te pido que me acompañes a cazar- me dijo- sólo me traes problemas y me distraes- yo no supe qué responder. Esperaba que me dijera: "debí dejarte morir", pero esa frase nunca llegó. Sentía como pesaban mis ojos y quería cerrarlos. Sentía mucho sueño. Muzan me sacudió y me dijo con voz fuerte:
-No te duermas, Reiko- era difícil para mí obedecer. Escuchaba varios latidos al unísono, como si fueran varios corazones. "Debo estar perdiendo la cabeza", pensé.
-Te llevaré a casa. La herida es muy profunda y estás perdiendo sangre- continuó. Comenzó a caminar. Luchaba por no cerrar los ojos. Apoyé mi cabeza en su pecho, en busca de sentirme segura. Era extraño, pero necesitaba sentir que estaría bien.
-No vayas a dormirte- me dijo de nuevo. Recordé lo que quería preguntarle antes. Un hilo de voz salió de mi boca:
-¿Por qué?
-Por qué, ¿qué?
-¿Por qué... se preocupa por mí?
-No me preguntes estupideces- si... Muzan siendo Muzan. Sentía que me dormiría de un momento a otro. Mis ojos se cerraron. Cuando los abrí, íbamos ya más lejos. De nuevo, quedé inconsiente durante unos breves momentos.
-¡Reiko! ¡Es una orden!- escuché la voz de Muzan. "Tú y tus órdenes", pensé. Un extraño pero molesto zumbido hizo que sintiera que mis oídos sangraran. Pero, al tocarlos, no había nada. Aún así, seguía sintiendo sangre. Miré a Muzan, que me gritaba algo, pero no lo escuché. Cerré los ojos de nueva cuenta y vi todo oscuro de nuevo.
Desperté. Estaba en mi cama y vestía otra ropa. Me sentía mareada. Al moverme, un agudo dolor en mi costado me hizo recordar lo de la noche anterior. La herida era profunda y había perdido mucha sangre, pero... estaba con vida, por increíble que pareciera. No quería moverme. Escuché que la puerta se abrió y la voz de Muzan:
-Vaya, veo que por fin despertaste- se acercó a mi cama- por un momento pensé en devorarte. Tu sangre no sabe nada mal. Pero prefiero mantenerte con vida. Tu herida la suturé. No soy experto, pero no conozco ningún médico que lo haga sin preguntar qué sucedió. Necesito a alguien que me ayude a buscar el lirio de la araña azul y esa eres tú. Al ser una humana, puedes resistir el Sol y buscarlo de día. Aunque dudo que seas capaz de encontrarlo- acercó su rostro al mío.
-¿Por qué... no me dejó morir, señor Kibutsuji?- le dije con voz débil.
-¿Quieres morir?- me preguntó.
-Me hubiera devorado...
-¿Eso quieres, niña?- asentí con la cabeza.
-Si...
-¿Estás segura? ¿No me juraste lealtad? Soy tu amo y no morirás si yo no lo deseo -su voz sonó severa.
-No sirvo de nada y sólo le estorbo, señor Kibutsuji- no quería llorar. Sólo quería que todo terminara. Sentía que no tenía ningún propósito. Y no es que estuviese triste, no. Estaba enfadada. Y el enfado me hizo recobrar fuerza.
-¿Por qué me hablas ahora de manera tan formal?- me preguntó.
-Así será de ahora en adelante. No me importa si le gusta o no. Usted me acaba de decir que es mi amo- Muzan me miró a los ojos. Se veía molesto y sentía que sus ojos rojos me atravesaban el alma, pero permanecí tranquila. No quería hacerle creer que le tenía miedo, porque no se lo tenía. Ya me había golpeado y había marcado mi mejilla. Había cruzado la línea.
-Eres muy difícil de tratar- me dijo.
-Usted lo es también y no veo a nadie que se queje de eso- cuando me di cuenta, ya lo había dicho. Hubiera querido morderme la lengua. Para mi sorpresa, Muzan emitió una pequeña risa.
-¿Ves por qué no te mato?- me preguntó en voz baja y posando una mano en mi mejilla lastimada- quieras o no, me diviertes... tal vez me haga el enojado contigo, pero cuando estoy solo, logro reír un poco- suspiró y deslizó sus dedos por mi mejilla- mira esto... arruiné este bello rostro...- fruncí el ceño.
-Debe hablarle así a todas, señor Muzan- contesté- y debe tenerlas a sus pies- volvió a reír.
-Así es... tuve cinco esposas en el pasado. Ninguna se me resistió, pero tampoco soportó mi modo de amar tan intenso. Me pregunto si tú si lo soportarías- sus palabras hicieron que mi corazón saltara. Sentí que mi rostro enrojeció por dos razones: la primera, porque Muzan estaba viendo una posible candidata a esposa en mí y la idea no me desagradaba del todo y la segunda, porque si así era, sería una más en su lista de conquistas. Me sentí patética al pensar en todo eso y más aún, porque, a pesar de lo enfadada que estaba con él, me seguía gustando. Le respondí:
-Otra sí aceptaría con gusto, señor Kibutsuji- pero él ignoró mi comentario y dijo:
-Yo creo que si lo soportarías... has soportado mucho más.
-Primero muerta... ¡agh!- sentí que mi herida punzó y no pude evitar quejarme.
-Si sigues enojándote, te pondrás peor- me dijo Muzan con burla- así que mejor concéntrate en obedecerme. Recuerda que soy tu dueño y harás lo que yo te ordene- sin más, salió de la habitación. "De todos los demonios que me dice que hay- pensé- este fue el único que vino a mí". Recordé que me mencionó a uno que sabe respetar a las mujeres y que era uno de sus subordinados favoritos. Suspiré. "¿Por qué ese no me encontró? Hubiera estado muy tranquila". No era momento para lamentarse ni para imaginar diferentes futuros. La situación era esa y no podía cambiarla o, al menos, no de momento y menos en mi estado. La herida me dolió de nuevo, pero contuve mi gemido de dolor. Aún me sentía enfadada con Muzan, pero no podía replicarle ya nada. Yo misma me había metido en ese lío al aceptar servirle sin quejarme ni rechistar. Empecé a sentir sueño y decidí dormir, necesitaba descansar. Tal vez, algo se me ocurriría para salir de ese nudo.
🤍🖤🤍🖤🤍🖤🤍🖤🤍🖤🤍🖤🤍🖤🤍🖤🤍
¡Quiero que me pegue, me embarace y me abandone!
![](https://img.wattpad.com/cover/340948856-288-k295725.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Oscuridad (Muzan x tú)
FanfictionUna chica cuenta sus memorias de un pasado lejano, donde tenía una vida infeliz. En el peor momento de su vida, aparece un ser lleno de oscuridad y crueldad, pero, con el cual, ella se sentirá segura y que cambiaría su vida de manera permanente... ...