Oscuridad (Muzan x tú)

Cap. 13: Su historia

《Nací con un cuerpo débil... incluso, en el vientre de mi madre, mi corazón se detuvo varias veces...》

《Cuando nací, todos creyeron que había nacido muerto. Antes de que me cremaran, luché y logré llorar. Pero mi niñez y mi juventud fueron muy difíciles, por tener un cuerpo tan frágil. Mis padres estaban agobiados por cuidar tanto de mí. Había días en los que no podía ni moverme. Era difícil. Ningún empleado duraba tanto en servicio. Nadie soportaba a alguien tan débil ni tan amargado. Sentía envidia de todos los seres vivos. ¿Cómo era posible que los pajarillos pudieran volar libremente y yo casi ni me podía mover? Quería matarlos a todos. Quería que sufrieran el dolor que sentía yo. Así era mi vida.》

《Pasaron muchos empleados por mí. Mis padres ofrecían pagarles más, pero no duraban ni un día. Fue ahí cuando la ví. Una chica que se ofreció a cuidar de mí. Su nombre era Hana. Ella no puso ninguna objeción. Cada exigencia mía la cumplía al pie de la letra. Era una chica alegre. No dudaba en correr a mi auxilio si algo me ocurría. Atendía mis fiebres, me daba mis medicamentos puntualmente... siempre sonriendo. Incluso, me alimentaba en la boca y sus comidas eran las más deliciosas que había probado. Me bañaba sin quejarse y con sumo cuidado. Desenredaba mi cabello tan delicadamente para no lastimarme. Poco a poco, se fue ganando mi cariño. Y mi manera de ser se suavizó con ella. Comencé a amarla y ella me correspondió. Tomaba mi brazo y salía conmigo a dar paseos por el jardín o tomar el Sol. Mis padres estaban complacidos, pues Hana estaba a mi lado siempre, al punto de dormir a un lado de mi futón. Así pasaron dos años.》

《Tenía diecinueve años cuando, un día, mientras me alimentaba, me avisó con una sonrisa que mis padres habían encontrado a un médico que decía tener la cura para mi enfermedad. Ella se veía feliz y esperanzada. A mí no me hacía mucha ilusión. Había probado tantas cosas que ya no tenía esperanzas, pues yo seguía igual de enfermo. Sólo esperaba el día de mi muerte, pero Hana insistió alegremente y acepté el tratamiento. Le prometí regresarle todo lo que hacía por mí cuando estuviera curado. Lo merecía. Incluso, le prometí desposarla y tener una gran familia. Merecía cada átomo de mi ser esa chica tan dulce por su paciencia y cuidados. Por ella, accedí a tomar ese tratamiento.》

《La noche anterior a la visita del médico, nos prometimos estar juntos siempre. Hana estaba muy feliz. No paraba de decir que yo sanaría y que todo estaría bien. Recuerdo haberle sonreído. Y también... esa noche me acosté con ella. Terminé muy cansado, pero estaba feliz, al igual que ella.》

《A la mañana siguiente, mi prometida fue a la ciudad a comprar lo necesario para mí y tardaría algunas horas, como lo hacía cada semana. El médico llegó y preparó su medicina. Yo estaba muy molesto. Ahora que ella no estaba, mi entusiasmo había desaparecido. Maldije al médico en mi mente y me fui a acostar. Pero mis malestares no desaparecían. Me dolía el cuerpo y me sentía muy débil. No lo pensé más. Me levanté y, con mucho esfuerzo, fuí al jardín, cogí el cuchillo con el que cortaban la hierba larga y asesiné al médico. En ese momento, mi novia iba entrando a mi habitación. Horrorizada, miró la escena, preguntándome que qué había hecho y por qué. Le dije que no importaba la cantidad de veces que tomara esa medicina o cualquier otra, que igual y moriría. Recuerdo haberla visto llorar. Me ayudó a deshacerme del cuerpo y actuamos como si nada hubiera pasado. Pero, horas después, empecé a sentirme mejor. Mi cuerpo se sentía fuerte y con energía y mi novia se alegró por mí, aunque dijo que mis ojos habían cambiado de color, ya que ahora eran rojos. Eso era lo de menos, estaba saludable. Pero, llegada la noche, algo sucedió. Mientras Hana dormía, algo en mí se despertó. Me fui sobre ella y la asesiné, para luego devorarla. No le dio tiempo ni a defenderse. Mi cuerpo estaba manchado de su sangre. Minutos después, me dí cuenta de lo ocurrido. Había matado a la mujer que amaba. Había cometido un error muy grande. Ahí comencé a asesinar a infinidad de humanos para poder alimentarme.》

《Creé infinidad de demonios, con la esperanza de que uno resistiera la luz del Sol o que encontrara el lirio de la araña azul. Hasta el momento, no ha ocurrido ninguna de las dos cosas, pero un día, eso cambiará y seré un ser perfecto. Y, esta vez, no voy a asesinar a la mujer que amo. Por eso te alimenté y te traté tus heridas. Debía hacer algo por ti. Estoy lleno de maldad, pero soy capaz de sentir algo positivo.》

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Sabía que estaba dormida, pero escuchaba su voz con total claridad. Era como si algo de su alma estuviera dentro de la mía, pues había esa extraña conexión. No sabía desde cuando, pero en ese sueño, fue cuando lo descubrí. Me contaba su historia. Sentí pena por él. "No, Muzan... tú no siempre fuiste malvado. Estabas amargado por tu dolor... y la ambición de ser un ser perfecto terminó por corromperte y manchar tu alma, hasta oscurecerla por completo. Ya no puede hacerse nada por ti. No vas a cambiar. Sólo la muerte hará que te purifiques, pero... tal vez, yo no alcance a verlo". Ahora... sentía una especie de compasión por él. Tanto poder y estar solo... ser inmortal, tenerlo todo, pero... en soledad. No estaba segura si de verdad deseaba transformarme en demonio, pero si no lo hacía, mi existencia a su lado no significaría nada. Sería algo efímero. Tal vez, era muy difícil que Muzan cambiara, tenía siglos siendo malvado, pero... supe que sabía amar y el amor que me había dado esta noche era más del que había recibido en toda mi vida. Tenerlo de amante no era tan malo y era hermoso saber que, por fin, alguien me amaba. Y no tenía pensado perderlo.

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Abrí los ojos. Aún estaba entre sus brazos. Me estrechaba contra su pecho.

-Debió ser muy duro para ti ese padecimiento que tenías- le dije mirándolo.

-Lo era- me respondió. Me tomó de la barbilla para que lo mirara- Reiko... quédate conmigo. Acepta convertirte en demonio- asentí.

-Sabes que si acepto- tomó mi cabeza y me dió un tierno beso en los labios.

-Dime- le dije- ¿qué somos ahora? ¿Somos pareja? Todo esto me hace pensar que soy tu amante...

-Lo eres. Pero serás mi esposa dentro de poco- escuchar lo que era para él en ese momento, me agradó. Me gustaba ese término.

-Si deseas formalizar esto- me dijo- podemos hacerlo. No tengo problema con eso.

-Me gustaría... pero tú eres quien manda.

-Si serás mi esposa, entonces eres mi prometida.

-Sólo no vayas a matarme como a Hana- me sonrió.

-Descuida- me respondió- no lo haré. Te dije que no cometeré ese error de nuevo- lo miré a los ojos.

-Confío en ti- le respondí. Me abrazó de nuevo.

-Hay que descansar- me dijo.

-Claro- correspondí al abrazo. Terminé por dormirme profundamente.

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Aaay pobrecito... yo lo hubiera cuidado...
Capítulo doble jaja.
Por cierto... me di a la tarea de investigar el nombre de la novia que le creé a Muzan humano. En japonés, "Hana" significa "flor". Pero es como una T/N también 🥰
Gracias por tanto apoyo!