The beauty underneath | El Fantasma de la Ópera

Me lleva la...

Erik

Eh vivido con ella una semana y parezco conocerla de toda la vida. A lo largo de esta semana, desarollamos un cariño mutuo y fraternal. De cierta manera vivir acompañado me fue convirtiendo en un ser menos monstruoso. Alaska es un ser maravilloso. Desde que llegué aquí me ha tratado como su amigo de toda la vida. Sus avances en la musica son notables ya que aprende rapido, pero todo le que le han enseñado es totalmente erróneo. Quien le enseñó?

Ahí estabamos, sentados frente al piano mientras yo trataba de enseñarle una de mis composiciones instrumentales menos complicadas. Yo la reprimía por tocarlo mal y ella me reprimía por hacerla tan "difícil". Reíamos, jugabamos, tocabamos, hacíamos musica. Musica alegre y viva, musica triste y lenta evocando nuestros corazones rotos y agonisantes que volvían a latir gracias a la compañía de un amigo.

-Debes concentrarte, mantener el tempo.-le dije tranquilamente

-No es mi culpa que monsieur cabeza de yeso haya decidido hacer una obra nivel Salieri y diga que es facil para meterme en un lio musical.

-Cabeza de yeso?- es el material de mi mascara, normalmente solo se nota si la ves desde adentro.

-Es el matierial de tu mascara, no? 

-Como sabes eso?

-Cuando te rescaté puede o no que haya tocado tu máscara. 

Por favor Dios ,has que me equivoque 

-Alaska, me la quitaste? Me habias dicho que no lo hiciste.

-No.

-Alaska si vieras mi cara todo se arruinaría. Jurame que no la viste. Jurame que no me quitaste la máscara.

-Pero que tendría de malo si...

-SABES QUE TENDRÍA DE MALO! JURAME QUE NO ME LA QUITASTE NIÑA IDIOTA!- le grité y la sacudí hacia atrás golpeando uno de sus hombros contra el piano justo en un lugar con un clavo suelto causando un dolor bastante fuerte y un rasguño, no grave pero sí doloroso y asustándola lo suficiente para hacerla llorar.

-Te lo juro, no te la quité mi papá es médico ,estuvo estudiando cuando descubrieron como usarlo como recurso medico y me puso un yeso en el brazo cuando me lo rompió un niño a los 11 años! Se reconocer la contextura externa del yeso! Por favor, para! Me lastimas! 

Me rogaba, sollozaba por el horror de mis gritos y la violencia con la que actué. Salió corriendo con miedo en sus ojos.

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Una hora pasó desde que Alaska se encerró en su cuarto. Me sentí horrible al haberle hablado así y aún mas por haberla lastimado físicamente.Y todo esto porque no se tomar una broma. 

No podía soportar mas el silencio y decidí hablar con ella.Toqué tres veces a su puerta y me dijo que pasara. Tenía uno de los hombros de su vestido abajo pero se lo subió cuando entré. Alado de ella tenía una crema. Me odié en el instante en el que ví una pequeña gota de sangre en su vestido. Sollozaba un poco

-Siento mucho haberte preocupado. -dijo- No fue mi intención decir esa broma, lo siento tanto. Sabía que tu mascara es un tema sensible y voy y hago una broma sobre ella! Que clase de persona asquerosa hace eso? Que clase de amiga hace eso? Soy una inutil. Por favor no te vayas, me sentiría tan sola.

Por eso lloraba? No por el daño o el susto, sino por creer que me hizo daño y creer que me iría?

-No te disculpes. El único culpable aquí soy yo. No debí tratarte así y mucho menos hacerte daño físico. Dios, es que, me preocupé de que no me vieras como a un ser humano, después de todo nunca me han tratado así si han visto mi rostro. Ni siquiera alguien que a quien creí posible de aceptar a cualquier bestia sin importar su apariencia.-me miro a los ojos- Te voy a contar una historia. Mi historia. 

Le conté como fue mi vida desde que Christine apareció. Como le enseñé a cantar.Como la ayude con su debut. Como la llevé a mi hogar. Como le canté. Como me vio con amor.Como me arrancó la mascara en un ataque de curiosidad.Como me rechazó al retirarme la mascara por primera vez. Como con tanto asco le describió mi rostro al Vizconde.Como describió mi voz. Como lo besó sin darse cuenta de que yo estaba ahí. Como me traicionó para matarme. Como me dijo que me odiaba mientras veía como su amante colgaba. Como me besó mostrándome un ápice de compasión. Y como me dió la espalda para irse con un ser superior a mi en todos los sentidos.

Lloró y me abrazó, aunque yo no mereciera su compasión. Como el amor proveniente de un amigo supera el amor proveniente de tu madre? Me dijo muchas cosas bellas entre ellas que ya no estaría solo, que nunca tendría que volver a enfrentar eso y que ella trataría con todas sus fuerzas de que nunca nada me fuera a lastimar. Me acarició el lado descubierto del rostro secando una traicionera lagrima que salía de ese ojo. Le curé el hombro y ella me hablaba de su relación con Philipp y como le destruyó el corazón. Ninguno de los dos tenía hambre así que ella se sentó a leerme algunos libros. Hacía muchas pausas como si le costara leer en voz alta pero tenía una voz tan suave que solo me dejé llevar por ella.De pronto hizo una pausa.

-Oye, no me vas a... no te irás verdad?- me preguntó.

-Hasta que tu me corras estas atrapada conmigo.- me sonrió 

De la nada una  tocaba la puerta principal ansiosamente. Ella fue a abrir.

-Me lleva la...