En el perpetuo incendio de mi hiperactividad;
Enmudecí como pasajero silencioso,
Lo conozco como trance imperecedero.El tiempo aleatorio es;
Embriaga nuestro aliento, la realidad y mis sentidos.
Cubiertos con neblina han sido,
Tus iris familiares se han vuelto.No creo ser suficiente;
Soy inferior y no quiero ser más yo, usuales inventos tuyos.Préstame atencion,
Ruego por que tu mirada siga radiante.
Superior al mismísimo Tartini;
Implacable eres sin necesidad llenar mi vacío existencial,
¿Suena mal?Coincidí con la suavidad de tu entorno.
Aquellos minúsculos destellos,
Menos inmensos;
Quizá más pequeños,
En calma y trigueños.Eres mi mar, pero también mi suelo.
Nunca coexististe con la soledad;
Contradictoria me suena tu calamidad.La oscuridad del olor de tu cabello,
Oscila con el amarillo del arcoiris;
Sin preocuparte de mi inexplicable afección ha ascendido más allá.Préstame atencion;
Difusa es la melodía de tus versículos,
Es el estruendoso encuentro;
Entre las marea del mar y el suelo.Mis pupilas carentes de madurez;
justo en el nudo de mi garganta y taquicardia,
formaron uno solo con la brisa.-Eres épico-
Pensé con ignorancia,
Hasta que te conocí en realidad.No soy tu media naranja,
Ambos ya estamos cambiados
No debes ser mi otra mitad,
El egoísmo y ansiedad ya no son fugitivos.Espero que te encuentres bien.