Ya no camino por aquel hogar, en donde sus muros siguen guardando tu recuerdo.
Tu voz continúa apuñalando mis memorias, tus canciones aún resuenan con el silencio de un solitario insomnio.
Lo que queda de ti son tus cartas; al leerlas me remontan a esas mañanas en las que los granos de café perfumaban tu aliento.
Te extraño demasiado.
Faltan más noches sin sueño; para que el dolor y la culpa dejen de ser los principales protagonistas.
Desconozco cuántos días restan de mi vida, para volver a ti. Sigo en espera de que el cariño y amor toquen a mi puerta.
Se que aún estás en lejanía, y que este duelo aún no culmina.
Me remonto a esas mañanas en las que mi melancolía fue motivo por el cual me escribiste cartas.
En ese entonces, incluso en esta noche; tus palabras persisten acogiendome con pasión.Ya no camino por aquel hogar, en donde sus muros siguen guardando tu recuerdo.
El entender que un proceso, por más amaneceres que presencie; siempre se encuentran con la consumación. Me hostiga de confort.
Se que aún estás en lejanía, y que este duelo aún no culmina. Pero hoy un escalón más he subido.
Faltan más noches sin sueño; para que abran paso la nostalgia y alegría a ser las principales protagonistas.