Cómo un saltamontes de un lado a otro.
Alucinando el conflicto en las entrañas de los suelos por los que camina, más allá de las plantas de sus pies.
Cuando todo aquello que sale mal,
Suele siempre culpar al tiempo y el lugar, ignorando que depende de las palmas de su alma.
Viendolo un espejo mío de hace tres años, he de admirar con incredulidad el desdén de su trauma.
El narra mis tristes hechos con una sonrisa en su rostro; yo narro los suyos con voz cortada y ojos llorosos.
Escuchando mi realidad a través de su actualidad, busco la forma de evitar que sufra de más; lastima, el es parecido a mi, por lo tanto no me responderá y decidirá experimentar un dolor innecesario.
Ocasiones son pocas en las que te hablo de mi. Prefiero devolver tu pregunta porque se que te absorbes en tu propia soledad; y en tu historia conmigo tu serás el personaje principal.