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Antes de comenzar:

Estimado lector,

No tienes idea de lo mucho que disfruté escribir esta historia. Esta es mi primera historia WG original (ósea que no es Fanfic). Había pensado en publicarla aquí más a futuro, cuando ya tuviera unas 3 o 4 historias como mínimo, pero gusta tanto que ya quería que otros la leyeran. Así que si te gusta me haría muy feliz que me lo dijeras.  Ahora si, comenzamos :)

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Tengo un problema.

Bueno, más de uno.

Pero hay uno que importa ahora más que nunca: Me como mis problemas.

Sí, los problemas están tratando de comerme vivo, así que ¿por qué no puedo comerlos yo también?

Bueno, la respuesta a esa pregunta es el espacio entre el botón y el agujero para cerrar mis pantalones.

Afortunadamente, a excepción de las tallas adicionales en mi cintura, nada más ha cambiado. Mi cara todavía se ve tan aburrida y lúgubre como siempre.

Después de contener la respiración por un segundo, me abrocho los pantalones. Están un poco apretados, pero nada que no se pueda tolerar. Además, la chaqueta del traje es lo suficientemente grande como para cubrir la notoria tensión alrededor de mi cintura.

Al bajar a la cocina, encuentro mi refrigerador casi completamente vacío. Bebo lo último que queda de jugo de naranja, acompañado de la última dona que queda de la media docena que compre al inicio de la semana.

Sé que no es un buen desayuno y tampoco es suficiente, pero como de costumbre pasaré antes de ir al trabajo a comprar un café para mi jefe y aprovecharé para comprar algo para mi.

Tomando mi portafolio, salgo de mi casa, subo a mi auto y escucho música clásica mientras conduzco, tal como lo dicta mi monótona rutina.

Al llegar a la cafetería, el chico detrás del mostrador me da la bienvenida y toma mi orden.


-¿Lo usual? -me pregunta

-Sí, pero hoy me gustaría también un café extra y un té con leche también.


Mientras espero que el pedido esté listo observó los diferentes panes y postres tras el cristal. Llama mi atención un pequeño panque de naranja que recordaba ser del agrado de mi jefe.


-De seguro no ha tenido uno de estos en un largo tiempo...


Decido comprarlo para él y para mi no he podido decidir entre un muffin de chispas y uno de nuez, así que compre ambos (y también un croissant). Entre con las manos vacías y he salido del lugar con cuatro vasos en una bandeja, una bolsa pequeña con el panqué de naranja y otra grande con lo demás.

Al llegar a mi trabajo saludo a la chica de la recepción y tomó de inmediato el ascensor para encaminarme a la oficina de mi jefe, donde lo veo sentado tras su escritorio leyendo un documento.


-Buenos días -digo dejando el vaso de café junto con la bolsa del panque sobre su escritorio. Al instante abandona el papel en su mano para saludarme con una gran sonrisa.

-¡Buenos días, Ren!


Comienzo a informarle su agenda programada para el día, la cual por su puesto me se de memoria. Sin embargo, noto que su atención está en otra parte. Ignorándome por completo, estira la mano hacia la pequeña bolsa junto al café


-¿Qué es esto? -pregunta abriendo la bolsa

-Disculpe mi atrevimiento, pero considere la posibilidad de que quizás hoy deseara algo para acompañar su café. Si me he equivocado, me desharé de ello...

-¿Bromeas? No he tenido uno de estos en siglos. No puedo creer que recordarás cuánto me gustan estos.

-Me alegro que sea de su agrado

-Sabes- masculla dando un bocado al panque- No puedo comprender como puedes decir que algo te alegra y mantener ese rostro tan inexpresivo

-Me disculpo si mi rostro le ha incomodado

-Descuida, te perdonaré si me dices que hay en esa otra bolsa

-Lamento si lo que diré a continuación le parece irrespetuoso, pero ¿Qué relación tiene con el trabajo lo que haya en esta bolsa?

-Ninguna, solo es para satisfacer mi curiosidad y obtener mi perdón

-Entonces, con todo respeto, me reservaré el derecho a responder

-¿No quieres mi perdón?

-Prefiero obtener su perdón por medio de mi buen desempeño en mi trabajo el día de hoy

-Tan aburrido y serio como siempre ¿Cuándo dejarás pasar este asunto del jefe y el empleado y volverás a tratarme como un amigo?

-Me temo que esta insignificante conversación le ha quitado su valioso tiempo. En un par de minutos tiene programada una videollamada importante con el Sr. Jones. Si no tiene ninguna orden para mi estrictamente relacionada al trabajo procederé a retirarme.

-Puedes retirarte -responde desviando la mirada

-Se lo agradezco, jefe.

Como desee, JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora