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Nashira:
Escuché que alguien tocaba la puerta, así que me acerqué a abrir, al hacerlo ví a Mags con una bandeja de comida.
Muchas gracias Mags, no tenías que hacerlo. - Dije a la vez que tomaba la bandeja y la invitaba a pasar -
Una vez adentro comencé a comer, la verdad es que después de un rato si me dió hambre pero no quería pararme, Mags se sentó a mi lado y comenzó a hablarme mediante señas, me sorprendió entender todo lo que me quería decir.
Por qué sigues siendo mentora? Digo, mis padres ya no son, tu no podrías pedir que alguien te remplace? - Pregunté, realmente me daba curiosidad porque el Capitolio aún la hacía venir cada año -
Mags ya era una mujer mayor, ya merecía tener un descanso de todo esto, así como mis padres.
Comenzó a explicarme mediante señas que cuando Finnick ganó los juegos, ella era lo único que el tenía, así que al Capitolio le encantó la historia de madre e hijo, eso hizo que Odair fuera aún más amado por el Capitolio.
Seguimos hablando hasta que era tarde y ella se tenía que ir, yo igual debía descansar, así que solo se despidió y se fué.
Me lavé los dientes y me acosté, está vez pude dormir bastante bien, platicar con Mags fué agradable.
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A la mañana siguiente me levanté temprano para arreglarme, los entrenamientos comenzarían hoy. Una vez llegué al comedor estaban Mags, Finnick y Queenie, solo faltaba Tobias.
Buenos días querida, desayuna algo ligero, no queremos que lo devuelvas en el entrenamiento. - Queenie y sus motivaciones -
Lamento decir que está vez Queenie tiene razón. - Dijo Finnick a la vez que me señalaba la silla a su lado, así que me dirigí ahí -
Y Tobias? - Pregunté mientras agarraba un poco de fruta -
Aquí estoy, ya lista Ruru? - Contestó mi compañero entrando al comedor y ya listo igual -
Ruru? - Habló Finnick con el ceño fruncido, yo lo ignoré y me puse a platicar con Tobias -
Después de desayunar nos despedimos y nos dirigimos a la sala de entrenamientos, se supone que conoceríamos a nuestros "aliados" del 1 y 2.
