Una experiencia inolvidable.

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Hola me llamo Iris Andrea, vivo en Medellín en un barrio llamado Robledo Aures al noroccidente de la ciudad, soy una persona con discapacidad visual, actualmente tengo 36 años, mido 1:55, soy delgada, piel blanca, cabello rizado largo y rubio, cara fina, labios pequeños, ojos azules, pestañas largas y abdomen plano.
Mis atributos están acorde con mi cuerpo… Me encanta usar vestidos, pero la mayoría del tiempo visto con ropa deportiva por mis clases de ballet.
Esto sucedió cuando tenía 18 años. La tecnología no había avanzado tanto como ahora, y por ese entonces me acababan de regalar mi primer teléfono celular. Me sentía emocionada, porque yo era fiel oyente de Energía Estero, una emisora de Medellín que ya no existe … Pero me gustaba escuchar un programa en las noches llamado Conexión.

Donde las baladas americanas eran las cobijas, y las voces de los chicos que participaban eran mi imaginación.

Todavía no pasaba por mi mente la idea de entregarme sexualmente algún chico. Sin embargo, ya había tenido algunos roses pero nada de penetración.

Conexión era un programa bastante particular… porque en el intermedio de las canciones ,los chicos y las chicas llamaban y dejaban su número para una posible cita a ciegas. U na noche, escuchando
Faithfully de Glee, Highway run
Into the midnight sun
Wheels go round and round
You're on my mind
Restless hearts
Sleep alone tonight
Sending all my love
Along the wire
They say that the road
Ain't no place to start a family
Right down the line
It's been you and me
And loving a music man
Ain't always what it's supposed to be
Oh, girl, you stand by me
I'm forever yours
Faithfully
Circus life
Under the big top world
We all need the clowns
To make us smile
Through space and time
Always another show
Wondering where I am
Lost without you
And being apart
Ain't easy on this love affair
Two strangers learn to fall in love again
I get the joy of rediscovering you
Oh, girl, you stand by me
I'm forever yours
Faithfully
Faithfully
I'm still yours
I'm forever yours
Ever yours
Faithfully.

Decidí llamar a la radio para dejar mi número.
Eran casi las once de la noche, cuando la llamada entró.

-Hola.

-Hola, bienvenida conexión ¿Con quién tenemos el gusto?.

-Hola, me llamo Iris Andrea.

-Hola Iris ¿Qué canción quieres pedir?.

-Joey de Concrete Blonde… Pero también quiero dejar mi número.

A partir de esa noche empecé a recibir llamadas muy insinuantes. Pero como les dije el sexo no era mi prioridad. Una noche mientras escuchaba Making Love Out Of Nothing At All de Air Supply, me entró una llamada un poco diferente.

-¿Diga?.

-Hola, ¿Hablo con Andrea?.

-Si, ¿Quién habla?.

-Soy Elkin Cardona, te escuché en la radio la semana pasada: Andrea, ¿Podemos hablar?.

-Si claro… Pero mejor llámame Iris, me gusta más.

Estuvimos platicando un buen rato… Me contó que vivía en un pueblo de Antioquia llamado Carmen de Viboral al oriente del departamento. Para mí eso fue muy raro, ya que nunca había hablado con alguien de pueblo. Me contó con quien vivía, a que se dedicaba y cuantos años tenía. Nosotros hablábamos cada fin de semana… me gustaba porque era muy romántico. Cada vez que tenía la oportunidad, me dedicaba canciones durante nuestras llamadas. Entre esas: para tu amor de Juanes, eres de café Tacuba y mujer bonita de La Propuesta Ballenata.

Para ese momento, me encontraba como se diría de manera ordinaria tragada de mi mejor amigo, pero sin ser correspondida. De una manera desesperada le contaba a Elkin estas cosas… Durante 4 meses Elkin fue mi pañito de lágrimas.  siempre le oculté mi discapacidad… Sentía miedo de que me dejara de hablar por eso. Hasta el 24 de Diciembre de 2005, que decidí contarle la verdad.

-Hola Iris ¿Cómo estás?.

-Bien gracias.

-¿Qué te pasa? ¿Estás muy cortante? ¿Por qué me hablas así?.

-Tengo que contarte algo, pero porfa, prométeme que después de que te cuente seguirás siendo el mismo conmigo. Si Por el contrario después de que te cuente crees que vas a cambiar, te pido que te alejes y te olvides de mí.

-Linda, me estás asustando ¡Porfa habla! ¿De qué se trata?.

-Elkin yo soy invidente.

-¿QUE DIJISTE?.

-¡Si! Lo que escuchaste.

-¡Es que es algo que no puedo creer!.

-Yo te entiendo… ¿Entonces hasta aquí llegó?.

-Claro que no… ¡Quiero verte!.

Sus palabras me sorprendieron, pues no esperaba eso.
Iris, estamos en fiestas… Y quiero verte el 31 de Diciembre, deseo terminar el año a tu lado. Te me metiste en la cabeza como ninguna mujer lo ha hecho.

No puedo… mi familia no lo aceptará, pero el 22 te espero.
Llegó el 22, y ansiosa lo estuve esperando… una vez entró a la casa, lo primero que hice fue taparme los ojos.

Entonces sucedió… Caminó hasta mí, tomó mis manos, las retiró, besó mis ojos y con una voz dulce me dijo.

-Iris: a mí no me importa que estés así.

Esas palabras me hicieron sentir más segura …así que me levanté de la silla, lo tomé de la mano, caminamos hasta un lugar apartado y lo besé. Así transcurrieron las cosas… Él venía cada quince días a verme, hasta que el 19 de Febrero de 2006 ocurrió. Habíamos quedado para una tarde de café. Caminamos hacia la plaza principal, y entramos a un sitio llamado Entre Notas Y Café. Era un lugar popular, elegante, accesible y con música en vivo. Apenas llegamos, Se acercó un mesero, nos acompañó a una mesa, nos sentamos y nos preguntó.

-¿Qué desean tomar? ¡Pueden ver la carta!.

-Mi conejita, yo te voy a leer. CAFÉ ESPRESSO, CAFÉ AMERICANO, CAFÉ LATTE, MOCACCINO, CAFÉ AFFOGATO, CAFÉ BOMBÓN, CAFÉ DALGONA, FRAPPUCCINO Y CAFÉ HELADO.

-Amor, ¿Tu sabes cómo es el café bombón?.

-No, pero aquí hay una descripción de cada uno. Escucha: El café bombón es un tipo de café que nació en la zona de Alicante España, y desde allí se ha venido extendiendo y popularizando por todo el mundo. Al igual que los anteriores tipos de cafés, la base del bombón es un café expreso al que se le añade Leche Condensada LA LECHERA, obteniendo de esta forma un delicioso café dulce.
Al igual que el affogato el café bombón también se sirve en una taza o un vaso de cristal para que se pueda ver una de las características más destacadas que son sus capas perfectamente diferenciadas. Lo primero que se agrega es la Leche Condensada LA LECHERA y luego el café, no te preocupes que no se mezclarán, la diferencia de densidades hará que se mantengan las dos fases y colores diferentes.

-¡Yo quiero uno amor!.

-Está bien mi conejita… Yo pediré, un café affogato.

-¿Qué es eso amor?.

El dilema con este tipo de café es que algunos consideran que es una bebida mientras que otros un postre. Lo cierto es que, si después de cenar no te decides entre un postre o un café, el affogato te sacará de ese dilema.  Esta deliciosa preparación es una mezcla entre lo frío y lo caliente, la idea es fundir la bola de helado con el café caliente, provocando una mezcla de sabores amargos y dulces con una textura cremosa. El affogato suele servirse en una copa de cristal para poder ver la bola de helado y consumirse con una cuchara antes de que se derrita por completo, si se derrite todo puedes beberlo normalmente. Lo importante es que a este café no le debes agregar más azúcar, el helado de por sí ya le aporta bastante dulce al affogato.

Todo era maravilloso… La música, el café, el momento y el lugar. Platicamos toda la tarde, y a 8:30, fuimos a una disco llamada Love. Nos reímos, brindamos con coctel y bailamos canciones como. Hagamos lo que diga el corazón de Grupo Niche, mi credo de Proyecto a e idilio de Willie Colón. Eran las 12:00pm cuando salimos de la disco… Y antes de llegar a casa, le pedí a mi amorcito que pasáramos por un lugar que quedaba cerca del barrio … Se trataba de Casablanca. Un sitio baldío, que en la actualidad no existe. Era una loma llena de árboles y zona verde. Subimos hasta el final, nos sentamos nos abrazamos y nos besamos… Luego de un rato, se levantó, me cargó en sus brazos y me acostó boca arriba sobre el césped. Era una noche mágica, donde la luna y las estrellas fueron cómplices de lo que pasó. Y entonces sucedió. En ese momento Se quitó la camiseta, la colocó en mi espalda, puso sus labios en mi boca y me besó. Mientras con su mano derecha me acariciaba, con la mano izquierda me quitó la blusa y la minifalda que llevaba esa noche.

- Me encanta verte desnuda, tienes un cuerpo de diosa.

Me besó, bajando por el cuello, mis pechos, hasta llegar a mi sexo que lo esperaba húmedo por la excitación que Elkin me causaba.

- Hueles delicioso conejita.

Asentí, consciente de lo que estaba a punto de pasar. Me tocó, me acarició, me besó e introdujo su lengua en mi clítoris. Lo que sentí, fue indescriptible… Comencé a gemir descontroladamente hasta que estallé en un orgasmo delicioso, llenándole la cara con mis jugos. Nos seguimos besando, se quitó el pantalón, se acercó a mí, lo tomé de las manos y nerviosa Exclamé.

-¡Amor tengo miedo! ¿Eso me va a doler?.

-Te va a doler un poco al principio, luego el dolor se convertirá en placer.

-¿Estás seguro?.

-Espera conejita, tengo una idea.

De mi bolso extrajo un poco de crema, tomó mi mano, la guio hasta su miembro y me pidió que lo llenara de crema. Yo solo obedecí. Luego se puso frente a mí, abrió mis piernas, las levantó, replegándomelas hasta que las rodillas casi tocaron mis hombros, y apoyando mis pies en los suyos,  puso su miembro en la entrada de mí vagina. Yo empecé a delirar, de sólo sentirme en esa posición tan expuesta, sabiendo que estaba por suceder aquello en lo que había estado pensando desde que lo escuché en aquella llamada. mi amor, mi amado, mi amante, estaba por penetrarme. Empezó a pasarme su fantástico miembro suavemente de arriba hacia abajo. ¡Era tan rico lo que sentía! De pronto, empezó a empujar entre los labios de mi vagina y me puse nerviosa. Me pidió que me tranquilizara, susurrándome dulces palabras en el oído. Relájate, te trataré como mereces. Hoy eres mi joya más preciada... Te cuidaré, te sostendré, te poseeré y no sufrirás... Quiero que goces, no que sufras –me dijo. Y así fue entrando de a poquito. Sentía que algo me dolía. Quería gritar, pero sofocó mis quejidos. Me contuve. Seguía empujando más y más, inevitable y decidido. En un momento me pareció sentir que la mitad de su miembro estaba dentro de mí.

-¿Te duele? preguntó.

-¡Un poquito!. Contesté, con un quejido.
Me sujetó con sus fuertes brazos y entonces empujó más fuerte y sentí que su miembro se adentraba totalmente en mí cuerpo. El ensortijado y tupido pelo de su pubis se enredó con el incipiente y suave vello de mí vagina. Mi sexo se abrió para recibirlo. ¿Me dolía? Quizás sí, no lo recuerdo con precisión. Sí puedo evocar ese movimiento entrando y saliendo muy suave. Muy lento. Acompasado. ¿Qué pasaba dentro de mí en aquel momento? Las sensaciones eran tan irreconocibles como inéditas. Quería tenerlo más dentro de mí. Era extraño, que no me doliera lo que me estaba haciendo. Había escuchado decir que esa primera vez era terrible, fatal, dolorosa, casi una tortura. Por el contrario, yo sentía que mis entrañas se estaban fundiendo. No sabía ponerle palabras a esas sensaciones y él las puso por mí. Cuando mis muslos se abrieron por completo y mi vagina lo recibió hasta el fondo, murmuró, casi con insuficiencia de razón.

-Ahora estás GOZANDO, mi conejita, mi joya, mi amorcito. Estoy bien adentro tuyo... Me has abierto tu cuerpo... Toma, goza... disfrútame como yo te disfruto a ti... –salmodiaba en mi oído, y seguía con la cadencia dentro de mí, y hacia fuera.

Cuando estuve gozando, se acostó sobre mí y se dio vuelta hacia el lado. Con infinita suavidad me acomodó sobre él, de tal manera que quedé sentada sobre su miembro mientras él me tomaba los senos y me apretaba los pezones.

–¡Dame! ¡Dame, uhm... ah, dame, dame! –le pedí yo, sin ser del todo consciente que estaba dando los primeros pasos en el idioma del amor.
Él pasaba su lengua por mis pezones, los chupaba, los mordía suavemente y sólo distraía sus chupeteos para alentarme.

-¡Ahora... ahora... ahora... muévete más, más, más, mi conejita rica! me dijo.

-¡Ya, ya, uhm que riiiiiiico, dame, dame, dámelooooo!.
exigí yo, apremiante.

Sentía algo tan exquisito, totalmente indescriptible, que no sé qué palabras ponerle a ese momento cuando dentro de mí sentí como un cosquilleo, algo que pugnaba por salir de mí. Estaba sintiendo las estrellas en ese momento. ¡Estaba llegando mi primer orgasmo con el pene de mi amado dentro de mi cuerpo! Las paredes de mi vagina apretaban, succionaban, se contraían y parecían exprimir más y más ese miembro exquisito. Sentí que no tenía que dejarlo ir, debía quedarse dentro de mí para siempre. Y en ese momento sentí que su semen su rico semen estaba a punto de derramarse en mi interior y no me importó, lo quería por dentro.

-¡Ya mi amorcito, dámelo, dámelo, lléname!,

-¡Ah, ah, ah, ah! –jadeaba–. ¡Qué rico, qué rico agh! –grité

En ese momento de delirio. Sentí, no sé cómo, pero lo sentí. Percibí que iba a derramar su semen en mi interior, y entonces mi amor me volteó sobre el césped, y con un rápido y eficaz movimiento se colocó sobre mí. Había quedado tendida de espaldas y tenía su miembro
delante de mi rostro.

-¡Chúpalo! ¡Bébete el semen! ¡Puedes saciar tu sed, mi pequeña conejita!. No pude negarme chupar como una bebé.

Pasé mi lengua por su glande, y luego introduje todo aquel manjar en mi boca. Elkin me tomó del cabello e hiso que mi cabeza subiera y bajara. De alguna manera habíamos quedado en forma de cruz, de modo que mientras yo chupaba él acariciaba mi sexo. Me metía un dedo luego dos, y luego tres dentro de mi sexo. Con su otra mano acariciaba mi ano, e introducía también un dedo. Tuve otro orgasmo, y su semen inundó mi boca. Estaba llenita por todos lados. Me tragué todo. Y sin que me diera un descanso siquiera, me puso de rodillas en el césped y empezó a introducirme su miembro en mi vagina. Yo me sentía ardiendo. Sujetaba mis caderas con sus dos manos y me movía hacia adelante y hacia atrás. Era una vorágine de movimiento. No se estaba quieto. Mi sexo me ardía, latía, me quemaba y sentía mi viscosa humedad chapoteando con cada embestida. Entonces Elkin quiso derramarse en mi interior. Sabía que no podía correrse en mi vagina, así que eligió el camino más estrecho. Sacó por
completo su pene y empezó a pasarlo por el medio de mis nalgas hasta que llegó a mi ano. Se entretuvo deslizando su miembro en la entrada de mi culo. Sabía que podía llenar aquel estrecho canal, así que sin más empezó a empujar e introdujo un poquito de su miembro mientras con su mano acariciaba mi clítoris. Luego empujó más fuerte y sentí el ardor instantáneo del esfínter que se dilata, aunque ese pequeño orificio ya se había abierto al paso de mis dedos y Empujó fuerte y lo introdujo casi por completo en mi ano. Sus testículos chocaban contra los labios de mi vagina, su vientre chasqueaba contra mis glúteos. Empezó a moverse más rápido. Más rápido. Más, más, más... El orgasmo me sorprendió al mismo tiempo que Elkin inundaba mi recto con su tibio y viscoso semen. Esa noche se me hace inolvidable. Nada puede ocurrir en mi vida que haga que olvide a Elkin y mi primera vez.

CUENTOS EROTICOS Y UN POCO MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora