CARMENCITA

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Todo ocurrió un año que mis padres fueron de viaje y me fui de vacaciones a un chalet que tienen mis tíos en la sierra. En principio la idea no estaba mal pero el problema eran su hijo Tito y su amigo Raúl que siempre estaba pegado a él como una lapa, eran un terror y siempre me miraban con deseo, además... ellos no me vieron, pero un verano les vi desde la ventana de mi habitación que estaban tocándose escondidos detrás de la caseta del jardinero, si... si... estaban haciéndose una paja muy entusiasmados. Tenia miedo que estas vacaciones fueran mal, porque con los años que habían pasado mi aspecto físico había mejorado un montón. No quiero pasarme, pero siempre he sido guapa y con buen tipo, pero ahora era demasiado... pues tenía unos pechos que eran la envidia de mis amigas y al tener la cintura estrecha me resaltaba mucho el generoso culo respingón que tenia, que por cierto mi novio decía que le atraía más que un dulce. En parte fue culpa suya lo que ocurrió, dado que él fue el encargado de llevarme desde mi casa hasta el chalet de mis tíos con su coche y al llegar le insistieron tanto que se quedara a pasar la noche con nosotros que se quedo y marchó al otro día por la mañana. Lo cierto es que me alegre de que mi novio se quedara un poco más conmigo, sobre todo cuando vi las miradas lujuriosas que me echaron los dos granujas nada más verme, pero por suerte ese día se marcharon con su grupo de amigos y ya no les volvimos a ver.

A la mañana siguiente, mis tíos se fueron de visita a casa de unos amigos y mi primo, parecía que estaba todo el día en la playa o haciendo el loco por ahí con su amigo. Fue por eso que como mi novio tenia que marcharse dentro de poco, me vestí con la ropa que a él más le gustaba. Una falda plisada a cuadros grises bastante corta, un jersey blanco de cuello alto muy ajustado y unos modernos calcetines negros que me llagaban a medio muslo. Lo lleve a mi habitación y los besos fueron muy apasionados, él no paraba de intentar ponerme las manos por debajo de la falda pero le susurre que era virgen y no quería que me desvirgara antes de casarnos. La tentación de gozar era enorme, pero no dejaba que se pasara porque hacia poco tiempo que éramos novios y me daba mucha vergüenza (poco me imaginaba yo que aquel mismo día y en aquel mismo lugar iba a estar completamente desnuda delante de mi primo y su amigo, teniendo que dejar que me lo tocaran todo) le dije que tuviera paciencia que teníamos que dar tiempo al tiempo, pero él insistía tanto que le dejé poner las manos por debajo de mi jersey para que me tocara los pechos. Me gustaron tanto las caricias que no pude resistir la tentación de darme la vuelta y manteniendo mi falda levantada, deje que me bajara las braguitas y por primera vez pudo ver lo que tanto le atraía y... luego como se puso tan pesado, me di la vuelta para que viera y tocara todo lo que quisiera pero lo cierto es que no consiguió hacerme llegar al orgasmo. Como estaba tan cachondo mirándome y tocándome, le desabroche los pantalones, baje la cremallera de la bragueta y con solo tocándole un poco el pene y los testículos se corrió al momento. Me apetecía mucho tener un orgasmo y mientras preparaba las cosas para irse, le enseñé lo duros que se habían puesto mis pezones y deje que me los tocara otra vez, pero tuvo que irse pues el viaje era largo.

Marchó dejándome muy caliente con los tocamientos que nos habíamos hecho y al pasar por el jardín vi que encima de una silla había una flauta y la cogí. Tenia ganas de desahogarme y me fui a mi habitación, jugueteando con la flauta me estire en la cama, baje un poco mis braguitas y quedando maravillada ante mi propia humedad, empecé a pasármela por entremedio de las piernas, tenia ganas de gozar y con las piernas bien abiertas me hice un dedo, mejor dicho una flauta y.. ¡Ahhh! Me corrí. Luego fui a dejar la flauta donde la había encontrado, al entrar en la casa oí ruidos en el comedor, eran Tito y Raúl que estaban conectando la cámara de vídeo al televisor. Les pregunte si hacia mucho tiempo que estaban en el chalet y riéndose, me dijeron que más de lo que yo hubiera deseado. Su respuesta me mosqueó bastante, así que les pedí explicaciones y me dijeron que me sentara en el sofá, para darme mi regalo de cumpleaños por anticipado, me senté conectaron el televisor y vi horrorizada que la protagonista era yo, la grabación la habían hecho un rato antes, en mi dormitorio mientras me estaba masturbando con la flauta. Quede de una pieza mientras mi primo me explicaba que se habían escondido con la cámara en el armario empotrado de mi habitación, para ver como me cambiaba de ropa cuando se fue mi novio. No sabia que hacer ni decir y les pregunte que querían y riéndose me contestaron que solo querían una esclava durante aquellos días. Si... querían que yo hiciese todo lo que ellos quisieran y a cambio ellos me juraban no solo que no sacarían ninguna nueva copia de la cinta, sino que un día antes de que marchara me darían el cartucho de la videocámara como regalo de agradecimiento por los servicios prestados. Yo sabia que pese a lo malos que eran, no solían mentir mucho, así que accedí de mala gana, temiéndome lo peor. Lo primero que hicieron fue subir conmigo hasta mi dormitorio y allí Raúl me dijo...

CUENTOS EROTICOS Y UN POCO MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora