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Luego de varias horas de viaje en avión, otro par de horas en autobús, y comprar unas cuantas cosas, entre ellas un par de armas con un vendedor clandestino, Iván comenzó la búsqueda.

Se encontraba en la azotea de un edificio residencial, observando la mayor atracción del lugar: El centro comercial más grande de aquel país, que no sólo resalta por sus ridículas dimensiones, sino por la forma de su estructura, que es nada más y nada menos que la de un estadio.

Según la información recabada por Agnes, tal parece que ese estadio fue construido hace más de 50 años, sin embargo, no hay registros de su dueño y menos de qué tipo de evento se llevó acabo en dicho lugar.

La remodelación y acondicionamiento de la construcción tomó varios años, siendo que el centro como tal fue abierto hace 30 años.

Según Agnes, pidió ayuda a una vieja amiga para que explorara el edificio. Dicha amiga encontró un par de puertas escondidas en algunos locales de la planta baja, además de que tenía sospechas sobre otras puertas en las bodegas.

Iván presiono un botón de su "pulsera" electrónica, la cual reflejó unos segundos después una imagen en formato de holograma del edificio y de dónde se encontraban las puertas, junto a unas pequeñas notas que indicaban dónde había ductos de ventilación que quedaban en puntos ciegos del edificio. Al ver esto último el de la estrella se aguantó una carcajada; jamás imaginó que la rubia fuera capaz de algo así.

En fin, apagó el holograma, fue a la pequeña caseta que estaba en la azotea, dejó su mochila en un lado, se sentó y se quedó dormido, pues por la adrenalina no había descansado.

(...)

Sonó la alarma que había puesto de antemano. Se estiró un poco, esperó a que sus ojos se acostumbraran a la luz nocturna, tomó su mochila, se levantó y se acercó a la orilla. El centro comercial ya estaba cerrando.

Rápidamente bajó del edificio y se encaminó al lugar.

Fue hacia la parte frontal derecha, y siguiendo el plano, encontró una escotilla.

Con ayuda del bote de la basura subió hasta la escotilla. Con una navaja quitó los tornillos, bajó con cuidado la placa, subió y alcanzó la placa para volverla a poner. Le costó mucho, pero lo consiguió.

Siguió por el ducto hasta llegar a una de las bodegas.

Observó con cuidado el lugar, descubriendo que había tres robots haciendo guardia. Chasqueo la lengua.

Siguió avanzando en búsqueda de la sala de control.

Le tomó media hora encontrarla.

Había un oficial ahí, pero parecía dormido.

El azabache se acomodó y sacó una pistola de descargas.

Movió un poco la rendija, y rezando mentalmente, disparó directo al centro de carga.

De inmediato el centro explotó, despertando al oficial, y apagando todo el sistema.

Antes de poder hacer algo, Iván le disparó al hombre con una pistola de dardos. Fue cuestión de segundos para que cayera dormido.

Una vez conseguido su objetivo, regresó a la bodega tan rápido como pudo.

Esperó hasta que uno de los robots estuviera debajo de él para darle con las balas de descarga.

El ruido causado atrajo a los otros dos robots, a los que también les disparó.

Aflojó los tornillos, y de una patada tiró la escotilla. Bajó y le echó un vistazo rápido al lugar. Después de no ver nada a primera vista empezó a revisar, específicamente en los anaqueles que estaban el las paredes.

K.O.F. : "Cenizas del Pasado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora