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(Galicia, España.
Comisaría, 7:30 pm)

Un hombre de aspecto sereno se encuentra detrás del escritorio haciendo su papeleo.

El silencio acogedor del lugar es perturbado por el sonar del teléfono. Respondió un poco distraído.

- Comisaría

- Señor Jiménez - Una voz femenina habló del otro lado

- Qué sucede?

- El joven de la estrella... Señor.

El hombre se queda en silencio unos segundos, dejó su lapicero a un lado, se acomodó en su lugar y se llevó una mano a su frente.

- Ahora qué hizo?

-Parece ser una discusión entre amigos.

- Arg... Ya voy.

Colgó, tomó su chaqueta, y mientras iba de salida, le pidió a su compañero que llamase al orfanato.

Subió a su vehículo y emprendió la marcha.

Tardó 15 minutos en llegar al lugar. Estacionó el carro, bajó y enseguida visualizó a la chica que lo había llamado. A su lado estaba un joven de cabello azabache y ojos color violeta que portaba una gabardina negra. Del lado derecho de su cuello tenía el tatuaje de una estrella.

Jiménez se acercó, y cuando el joven lo miró, desvió la vista.

- Otra vez causando problemas, Iván? - Cuestionó el señor con tono molesto.

- Eso no le importa - Respondió el menor con desden.

- Mierda... Gracias, yo me hago cargo.

Tomó al chico del hombro, se despidió de la joven, lo metió en su coche, lo miró por unos segundos a través del vidrio, subió y encendió el motor.

- Sabes... Deberías de dejar de causarle problemas a la hermana Agnes - Sugirió el policía - Ella es una buena mujer

- Y eso a mí qué? - Contestó Iván irritado

- De no ser por ella, en estos momentos te estarías pudriendo en la cárcel

- Para mí mejor

Jiménez torció la boca, y analizó por unos segundos lo que estaba por decir - ... Dejando eso de lado... Qué fue lo que pasó?

- Nada

- << Señor dame paciencia >> - Se dijo el hombre mentalmente.

Llegaron a la comisaría, y para su sorpresa una mujer rubia con atuendo de monja estaba ahí.

- Señorita Agnes. Llegó más rápido de lo usual - Habló el oficial con notoria sorpresa.

- Bueno, la verdad es que estaba cerca así que... Cuando me llamaron vine de inmediato - Abrió su bolso y le entregó el dinero.

Sin embargo, el oficial lo rechazó - La verdad, no tengo ganas de ver a su hijo en estos momentos, así que... Por favor

Le quitó las esposas al chico, lo empujó y se despidió de la monja.

La mujer le agradeció, tomó al azabache del brazo y lo sacó a la fuerza del lugar.

- Ahora qué hiciste hijo? - Preguntó la mayor con notoria preocupación

- Nada que te importe - Replicó el chico de la estrella

- Hijo...

- No soy tu hijo! - se soltó del agarre de la monja de un jalón y empezó a caminar.

K.O.F. : &quot;Cenizas del Pasado&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora