Like a Tatto // Jeffbarcode

☆War is over☆

POV'S BARCODE

Navidad por fin había llegado, por la noche Barcode había citado a la familia de Jeff, asi que con el pretexto de que los materiales de cocina estaban en casa de Build, logró sacarlo de lugar.

Estaba feliz, nervioso, asustado, todo junto.
En casa de Build, mientras cocinaban se dio cuenta por milésima vez en la vida de que Jeff lucia como un sueño, era "el hombre más bello que había visto en mi vida", mirarlo era inevitable, a su lado, todos los momentos eran buenos, aunque siete años de ausencia habían sido mucho, ahora valía la pena, lo valía todo el sufrimiento, porque ahora, nada parecía ser capaz de separarlos

Iba a amarlo hasta la muerte.

Llegar a casa fue mágico, verlo tan feliz, sus familias se llevaron bien, así como sus amigos, encajaban tan bien.

Pronto tanto amor y calidez resultó empalagante asi que se limitó a salir para respirar, viendo a la preciosa California siendo iluminada por las luces de la ciudad al igual que por la luz de la luna, estaba relajado, todo perfecto.

En ese momento Jeff llegó con un cálido abrazo por la espalda, agradeciéndo miles de cosas que para Barcode no lucían necesarias, todo lo hacía para verlo feliz y con aquel brillo en sus brillantes ojos cafés.

Esa noche bailaron, disfrutaron, fue una navidad casi perfecta, la más feliz que se podía imaginar.

La hora del intercambio de regalos llegó, y felizmente vio como Jeff reaccionaba alegre ante sus regalos, dándose cuenta que yo aún recordaba cuando hace muchos años menciono regalos que quería para todos sus hermanos, así que los consiguió

Esa noche cuando sus amigos se fueron y las familias igual, ahora solo eran ellos junto a los hermanos de Jeff.

Durmieron tarde jugando juegos de mesa y viendo películas, era fantástico ver la relación tan bella entre Jeff y sus hermanos, los cuales, poco a poco se quedaron dormidos, ahora solo eran ellos.

Se fueron a su habitación, listos para dormir después de una ducha juntos. Esa era, sin duda, la mejor noche de su vida. Desde que ese hombre había regresado a su vida, todo había mejorado.

Acariciaba su cabello mientras se quedaban dormidos a altas horas de la noche. Jamás olvidaría esa Navidad.

Al día siguiente, todos regresaron para un recalentado. La mañana era hermosa, y Jeff se despidió de su familia, prometiendo mantener el contacto. Las lágrimas y palabras de apoyo fluyeron, excepto de Jesse, quien se quedaría en California, esta vez con el apoyo económico de Jeff.

—Más vale que nos llames, Worakamon. Si no, ya verás —dijo su padre antes de marcharse.

—Por supuesto, no volveré a dejarlos. Cuenten conmigo para todo —respondió Jeff.

Así fue como, en los meses siguientes, Jeff siempre llamaba a su familia. Jesse iba con frecuencia a casa. La banda de Jeff continuaba de gira por el mundo, y era común que tuvieran noches de juegos de mesa junto a Build, Apo y Jesse. Los días se hicieron mágicos, cada vez más iluminados. Jeff regresó a la música, esta vez con una comunidad de fanáticos más saludable, quienes también se convirtieron en parte de su felicidad y, por ende, de la de ella.

Así transcurrieron dos años, llenos de felicidad, con navidades alegres y días festivos hermosos. Todo era perfecto, y no se le ocurría manera de hacerlo mejor.

Los recuerdos de esos dolorosos años habían desaparecido, las cosas habían cambiado para ambos, el dolor había terminado, la constante guerra de dolor había dado fin, aquella navidad solo impulso alegría y aunque Barcode no tenía idea de cómo mejorar aún más la vida, Jeff le dio la respuesta, un día precioso en una salida a la playa.