El Depredador de Sallow Hill

8."Seré tu cura y tu veneno"

Capítulo dedicado a mi amiga DaniRamos118

Gracias por motivarme a continuar con esta historia.
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Transcurría el reino de Relish, 1842. La guerra había acabado.

Los desastres fueron eminentes, las muertes esperadas, y los vencedores proclamados.  Existían varios mundos, las especies eran diversas. Los humanos era considerados los seres más afortunados, y a la vez, los más imbéciles. Vivían en el centro de la constante queja, nada era suficiente para satisfacer sus almas. Buscaban la felicidad y cuando la tenían, deseaban más y más.

Algunos fueron consumidos bajo la mezquindad de la avaricia, otros simplemente se conformaban con lo que poseían.

¿Cuáles eran los inteligentes? ¿Esos que se pasaban la vida deseando cada vez más o los conformistas que morían en el preludio de la miseria?

Los hermanos Black lo sabían, ellos no querían morir en el preludio de la miseria. Fueron malvados en su vida terrenal, robos, torturas, asesinatos. Todo lo que la palabra escoria definiría. Nada satisfacía sus espíritus.

Yzma y Seth lo reconocían…, Kilian era el peor de los tres.

El apellido Black era temido. Cada infamia cometida era peor que la anterior. Un día, la guerra volvió a estallar, pero esta vez los vencedores fueron otros. El bien quiso repudiar al mal, provocándoles el peor de los castigos.

Sallow Hill.

Un pueblo surgido de las cenizas y huesos de todas sus víctimas. Un lugar donde los lamentos serían el canto principal. Donde el sol no brillaría, ni la vegetación crecería. Porque esa sería su condena.

El mal vagaría eternamente en Sallow Hill, no estarían vivos, ni muertos. Esos serían los condenados. Así surgió su raza en un pueblo plagado de ellos. Por décadas ha reclutado a seres malignos deseosos de salir de su condena. 

—¿Señor Black? —Fueron las primeras palabras emitidas en el letargo de Indara.

Seth sonrió con malicia, mientras la vena yugular del cuello de Kilian parecía estallar. La doctora aún estaba despertando de su estado, arrodillada sobre esa montaña.

Kilian no aguantó la impotencia y se abalanzó sobre su hermano. Lo golpeó en repetidas ocasiones maldiciendo por cada segundo de existencia de su apellido.

—¡Te mataré, Seth! ¡No puedes regresar a mi pueblo y joderlo todo!

Ahora, la pregunta era, ¿si los condenados no podían salir de Sallow Hill como se explicaba el hecho de que Seth si pudiese? Pues, todo era gracias a su hermana Izzy, la única bruja del linaje Black.

—¿Tu pueblo? Hasta que al fin te adjudicas ser el creador de toda esta mierda. Todo es culpa tuya Kilian. Nos condenaste a vivir esta vida miserable, eres el responsable de cada cosa que he hecho.

Las escleróticas de Kilian se tornaron oscuras como la noche, él sabía que si no se tranquilizaba se transformaría en lo peor. Izzy lo apartó velozmente hasta encajarlo en el suelo. Seguidamente, lo sometió bajo su poder provocándole un dolor agudo.

—¡Argh! ¿Qué haces, Yzma? Maldita seas.

—Lo siento, Kilian, pero si seguías así te convertirías. Lo menos que podemos ahora es luchar contra eso.

Kilian sabía que era cierto. Su condena era la peor de todas.

—¡Vamos, Kilian Black! —vociferó Seth a los cielos—. Demuéstrale a esta doctora por qué te llaman El Oscuro.