O1 | the beginning of our end 🎓

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⛳️ Chantara's House

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⛳️ Chantara's House.

Una chica de aproximadamente 16 años se encontraba cubriendo sus oídos bajo el estatus de música que portaban sus audífonos, sus padres discutía y discutían tan fuerte que apesar del volumen más alto posible dentro de sus audífonos podía escucharlos, vidrios rompiéndose, la pared siendo golpeada con lo que parecía ser manotazos, y nada más que groserías al aire del otro.

Intentaba distraerse coloreando su cuaderna o terminando algunas tareas pendientes que podía tener de su escuela, y aunque era imposible solo podía escuchar las horribles palabras que sus padres se decían el uno al otro, es que así habían vivido los últimos diez años, no sabía porque si eran completamente felices. Se cuestionó sobre su era su culpa al haber ido creciendo, más la estricta actitud de su padre con todos.

Era impredecible cada vez que podía escucharle discutir por lo mínimo, no sabía cuántos platos rotos debería recoger, más ayudar a sus padres a limpiar sus heridas. Era tan destructible ese lugar.

Lo último que pudo escuchar fue el grito de su madre, haciendo un gran silencio en todo.

Eso alarmó la mente de Jun, quien de inmediato se dispuso a salir de su habitación algo apresurado para salir a la sala, donde no había nada más que maletas y un par de vasos rotos en el suelo.

Con sangre.

No supo que hacer o decir cuando vio a su padre tomándola del brazo para hacer que viera cómo se iba su madre sin nada más que decir por la puerta, mientras murmuraba que ya no aguantaba más esa cosa llamada hogar.

— Mamá-

— Callate, Jun. —apretó el agarre de su brazo mientras el coche de su madre desaparecía de su vista, haciendo que los ojos de lágrimas se hicieran en su rostro.

Intento no soltar ni una lagrima pero era inevitable ante la ida de su madre, sin poder decirle nada o gritarle.

Su padre la sujetó del mentón y la hizo verle— Ni siquiera llorar por ella, ella te dejó, ella te abandonó, y ahora debes aprender de esto.

Fue como una cachetada mental hacia la realidad, que le hizo suspirar para controlar el llanto que se aproximaban.

— Y por su culpa, ahora irás a la escuela de la que te hablé el mes pasado, sin excusas, quiero ver tus maletas para mañana. —Soltó su rostro y abro paso dentro de su hogar, dejando la puerta abierta para cuando entrara.

Le aterraba la idea de entrar a la escuela que su padre tanto alababa, siendo que estuvo como educación y tuvo algunas ideas de hijos de sus amigos quienes estuvieron ahí, mientras saqué estos le decían a Jun que era la peor idea posible que podría ocurrir, pero no había más.

Su madre la abandonó, su padre pronto iría al extranjero, y no tenía más familia, era su única salida. No tenía más opción.


. . . .

Fue algo raro meterse en medio del bosque para llegar hasta la escuela que estaba en medio de todo este, y aunque era de mañana se veía terrible las condiciones, aunque varios árboles estaban en perfecto estado. Su padre fue el único qué pasó a las instalaciones para presentar dicho examen, era extraño porque muchos chicos afuera estaban lejos y otros no tanto.

Tomó asiento en una esquina algo lejos de las chicas que había visto al principio, una chica de pelo muy rizado y otra de lacio, quienes parecían haberse unido en una nueva amistad. Otros dos chicos que eran bastante parecidos, aunque uno escapó del otro quien se sentó alado suyo, en su mente se le hizo gracioso eso, un chico con un gorro, a quien se le quedó mirando, hasta que esté la atrapo y algo avergonzado desvío la mirada, otros que se veían que ni siquiera querían estar ahí, y los demás distraídos de todo.

Si era honesta algunos lucían agradables, y otros.. no tanto.

Para cuando se concentró el examen había terminado, y cada uno iba pasando conforme el director les presentaba un poco de su avance, más de su próxima estancia, y después, entregó un tipo de uniforme para todos, ya que estaríamos en una pequeña reunión de bienvenida.

Estaban separadas las mujeres y hombres de las mesas de aperitivos, y la misma escuela entregó unas galletas a todos, como buen recibimiento.

— ¿Y si está envenenada? —Se preguntó a sí misma en un susurro mientras dudaba en comer de la galleta, volteando la mirada para ver qué estaba siendo vigilada por otro profesor.

Un poco despistada hizo como que comió la galleta mordiendo un pedazo —que en realidad no mordió, solo rompió— y con cuidado lo colocó en su mano, para hacer que masticaba esta galleta.

Para cuando el director se encontraba diciendo las palabras las chicas se desmayaron segundos después, Jun se acercó hasta ellas algo exaltada. — ¿Qué?

Sacudia sus cuerpos pero estaban completamente dormidas, o, desmayadas.

Todos lentamente comenzaron a caer conforme uno por uno mordía más de la posible galleta.

— Estamos drogados.. —Una chica murmuró antes de caer desmayada por dicho.

¡Jun lo sabía! Las galletas tenían algo, notaba la sonrisa de satisfacción del señor director al ver cada uno de sus alumnos desmayarse enfrente suyo, por ende, Jun entró en acción cayendo de golpe en el suelo cerrando sus ojos.

Debí fingir o algo peor podría suceder.

— Bienvenidos a Home School.

HEATHENS  ━  home school. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora