Levi Ackerman y Hinata Hyuga se encontraron por casualidad en un restaurante de comida japonesa. Ambos habían ido a comer solos, pero el destino quiso que compartieran mesa. Levi era un soldado de élite que luchaba contra los titanes, mientras que Hinata era una ninja de la aldea de la hoja que poseía el byakugan. A pesar de sus diferencias, pronto descubrieron que tenían mucho en común: eran serios, tímidos y leales a sus ideales.
La conversación fluyó con naturalidad y se dieron cuenta de que se sentían atraídos el uno por el otro. Decidieron pedir el mismo postre: un helado de té verde con mochi. Al probarlo, sus miradas se cruzaron y sintieron un cosquilleo en el estómago. Levi se acercó lentamente a Hinata y le susurró al oído:
- ¿Te gustaría venir conmigo a mi habitación?
Hinata se sonrojó y asintió con la cabeza. Se levantaron de la mesa y salieron del restaurante cogidos de la mano. En el camino, se besaron apasionadamente, sin importarles las miradas de los transeúntes. Llegaron al hotel donde se alojaba Levi y entraron en su habitación. Allí, se entregaron al amor con intensidad y ternura, olvidándose del mundo exterior y de sus peligros.
