Hinata estaba nerviosa. Había pedido un deseo al ver una estrella fugaz, pero nunca imaginó que se haría realidad. Su deseo era estar con Levi, el personaje de su fanfic favorito, un soldado frío y valiente que luchaba contra los titanes. Hinata siempre había admirado su fuerza y su determinación, y se había enamorado de él a través de las páginas de su historia.
Pero ahora, Levi estaba frente a ella, en carne y hueso, mirándola con sus ojos grises y penetrantes. Hinata no sabía qué hacer ni qué decir. ¿Cómo explicarle que él era un personaje ficticio que había salido de su mundo? ¿Cómo hacerle entender que ella era una simple estudiante de secundaria que vivía en una época muy diferente a la suya? ¿Cómo confesarle que lo amaba desde hacía mucho tiempo?
Hinata sintió que se sonrojaba y bajó la mirada. Levi frunció el ceño y se acercó a ella.
-¿Quién eres y qué haces aquí? -preguntó con voz ronca y autoritaria.
Hinata se sobresaltó y levantó la cabeza. Sus ojos se encontraron con los de Levi y sintió un escalofrío.
-Yo... yo soy Hinata... -balbuceó.
-¿Hinata? ¿Qué clase de nombre es ese? -inquirió Levi con desconfianza.
-Es... es un nombre japonés... -respondió Hinata.
-¿Japonés? ¿Qué es eso? -insistió Levi.
-Es... es una nacionalidad... -trató de explicar Hinata.
-¿Nacionalidad? ¿De qué estás hablando? -se impacientó Levi.
Hinata se dio cuenta de que era inútil tratar de razonar con él. Levi no tenía idea de lo que era el mundo moderno, ni de las culturas, ni de las tecnologías que existían. Él solo conocía la guerra, el sufrimiento y la muerte. Hinata sintió una punzada de dolor en el pecho al pensar en todo lo que él había vivido y perdido.
-No importa... -dijo Hinata con voz suave-. Lo siento, Levi... esto es culpa mía...
-¿Culpa tuya? ¿Qué quieres decir? -preguntó Levi con curiosidad.
Hinata respiró hondo y se armó de valor. Decidió decirle la verdad, por más absurda que sonara.
-Levi... tú eres un personaje de un fanfic... -empezó a decir Hinata.
-¿Un qué? -interrumpió Levi.
-Un fanfic... es una historia escrita por un fan... un admirador... de una obra original... -continuó Hinata.
-¿Una obra original? ¿De qué obra original hablas? -cuestionó Levi.
-De Shingeki no Kyojin... -dijo Hinata.
-¿Shingeki no Kyojin? ¿Qué es eso? -replicó Levi.
-Es... es un manga... un cómic japonés... que narra la historia de la humanidad que vive dentro de unas murallas para protegerse de los titanes... unos monstruos gigantes que devoran a las personas... -explicó Hinata.
Levi la miró con incredulidad. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Acaso esa chica estaba loca? ¿O se estaba burlando de él?
-¿Estás diciendo que mi vida es una historia inventada por alguien? ¿Que todo lo que he hecho y sufrido no es real? ¿Que mis compañeros, mis amigos, mis enemigos, no existen? -preguntó Levi con rabia.
-No... no exactamente... -titubeó Hinata-. Tú eres real para mí... para muchos fans... nosotros te queremos y te respetamos... te seguimos en cada capítulo... nos emocionamos con tus aventuras... lloramos con tus pérdidas... reímos con tus bromas... -dijo Hinata con sinceridad.
Levi se quedó sin palabras. No sabía qué pensar ni qué sentir. ¿Era posible que hubiera gente que lo conociera y lo apreciara sin haberlo visto nunca? ¿Que se interesara por su destino y su felicidad? ¿Que lo amara?
-Hinata... -dijo Levi con voz ronca.
Hinata lo miró a los ojos y vio algo que nunca había visto antes. Una chispa de emoción, de ternura, de deseo. Hinata sintió que su corazón latía más rápido y que su cuerpo se estremecía.
-Levi... -repitió Hinata con voz dulce.
Levi se inclinó hacia ella y la besó. Hinata cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. Su deseo se había cumplido. Estaba con Levi, el hombre de sus sueños. Y no quería que ese sueño terminara nunca.
