La mañana siguiente llegó, los niños aun estaban dormidos, pues aun era demasiado temprano.
Exceptuando a uno.
Obito no pudo dormir, pensando en esa muñeca.
¿Por qué le da tanto importancia a una estúpida muñeca? No sabía, pero la incomodidad no dejaba de hacer que pensara, en quien o porqué alguien crearía algo idéntico a Kakashi.
Kakashi...
¿Será de él? No había pensado que tal vez él la creó. Obito la miro, y suspiro, no, él no la hizo. Se miraba demasiado descuidada y sucia como para ser de alguien tan ordenado como Kakashi.
¿Tal vez la perdió? ¿Y si sus padre se la dieron antes de llegar aquí?
ー¡Ah!, tengo sueño. ¿Por qué a mí? ーse preguntaba a si mismo, tirándose de espaldas a la cama.
Miró al techo, preguntándose si debería quemar la muñeca a pesar de parecerse a Kakashi, quien era alguien bastante bonito, le aterraban los ojos de botones. Es...¿bonito? El sueño ya me esta volviendo loco, pensó él. Rechazo la idea a de que Kakashi era bonito y lo seguiría haciendo, si no fuera por los pasos que escuchó.
ー¿Quién está despierto a esta hora? ーél frunció el ceño, pues si, era demasiado temprano, 5:34 dictó el reloj redondo en la mesita de noche, ni siquiera Kushina se levanta tan temprano, pensó.
De mala gana se levantó de la cama y se agachó para dejar a la muñeca debajo de su cama y se dirigió a la puerta tratando de no hacer ruido. Abrió la puerta miró a los lados sin encontrar a nadie, así que camino hacia las escaleras y bajo por estas. Se arrepintió a la mitad de la bajada, aun estaba algo oscuro.
Al llegar al final y estar en la Sala, vio a ¿Kakashi? Sentado en suelo frente a una pared. ¿Qué hacia Kakashi allí?
A pasos lentos y algo nerviosos se acercó al otro chico. Y de pronto todo se sintió irreal, como si estuviera en un sueño.
ーKakashi...ーmurmuró con su voz dolorosa, sentía la garganta seca y sus ojos se sentían llorosos.
¿Por qué se sentía así? Parecía ser un sentimiento de impotencia.
No quiero estar aquí, le dijo su mente, pero por alguna razón no quería dejar a Kakashi allí. Así que se acercó más a él y toco su hombro y lo sacudió.
ー¿Qué...? ーdecia el peliplata desorientado, miró quién lo tocó y frunció el ceño. Apuntó de quejarse de qué estaba haciendo allí. Obito se le adelantó.
ー¿Qué haces aquí...tan temprano? ーla pregunta vaciló poco al salir de su boca.
Kakashi se levantó del piso y alzó la cabeza, apesar de solo ser un año menor que él pelinegro, era bastate bajo.
ーNo es de tu incumbencia. ーdecía cortante. Obito vio la pared qué antes contemplaba Kakashi.
¿Un bulto cuadrado? ¿Eso era lo que tenia a Kakashi despierto a esa hora?
De pronto su espalda se sintió congelada, su cuerpo se entumecio y ardió de frío. Sin poder resistir, callo al suelo en un ruido sordo.
"¡Obito!" Eso fue lo último que escucho antes de caer inconsciente.
<°°°>
Obito miro a su alrededor, era un lugar sombrío y gris, ¿donde estaba? Miro de nuevo y sintió la cara mojada y la tocó con confusión, estaba llorando. Que raro no recuerda la razón por la que estaba llorando.
ー¡Naruto! ーescuchó el pelinegro en la nada. Y se dio un pequeño saltó por el susto.
Era una voz infantil femenina, y por alguna razón le resultaba familiar. Se oía muy ansiosa y escandolosa, llorando, la niña estaba llorando a mares. De pronto el aire se sintió pesado, sintiéndose cada vez más asfixiante.
ー¡Naruto, por favor! ¿Donde estas? ーgritó la niña, mientras sollozaba.
¿Qué mierdas esta pasando? No entendía nada, el lugar cada vez se volvía más deprimente mediante que los sollozos se volvían cada vez más desgarradores. Y Obito casi podía sentir su ardor.
ー¡NO! ーel grito retumbó por todo el lugar, mientras poco a poco el desolado lugar tomaba forma, y vio a una niña pelirroja, de quien probablemente es aquella voz, tirada en suelo abrazando a un pequeño niño rubio. No podía distinguir bien su cara, el largo cabello la cubría.
ー¡Levántate!...por favor...no me dejes...pequeño...ーla voz con cada palabra se iba apagando. Obito trago duro, no sabía lo que presenciaba, pero aún así sintió un mal presentimiento en su estómago.
Por segundo vez vio a su alrededor e hizo una mueca de extrañeza. ¿Por qué los muebles y decoraciones parecen insectos?
ー¡Ay! ¡Ya callate, mocosa chillona! ーespetó una voz totalmente diferente a lo que sucedía, esta era más madura, de una mujer ya mayor.
Obito giro su cabeza, se paralizó, viendo...a una "mujer" . Que más bien parecía una aterradora araña de metal. Alta y de apariencia totalmente asquerosa.
La pelirroja no hizo ningún movimiento ante la burlesca voz.
ーAhora, ¡dame al niño, insolente! ーexclamó con malicia.
ー¡¡NO!! ¡¡DEJA A MI HERMANO, MALDITA BRUJA!! ーgritó la niña a todo pulmón, tan fuerte, que Obito estaba seguro de que se daño las cuerdas vocales. La pelirroja se levantó del suelo enfrentando cara a cara a la mujer, y ahí vio quien era...era su Matrona, Kushina Uzumaki. Obito abrió los ojos sorprendido, preguntándose qué hacia ella allí, quien era ese niño.
La mujer gritó con frustración y corrió hacia Kushina. Pero la niña fue rápida, tomó al pequeño rubio entre sus brazos y se dirigió a una esquina.
Obito se sintió incapaz de moverse...Kushina estaba abriendo exactamente, la misma puerta que Kakashi estaba viendo con tanta admiración...
Kushina por fin la abrió, pero antes de entrar tomó la llave negra y cerró la diminuta puerta con rapidez.
¡¡AAHHH!! ¡¡MALDITA NIÑA!! ーgritaba la mujer, mientras el lugar se desvanecía como si fuera polvo dejando la nada blanca en ella.
¿Qué...?
ーOh, no te preocupes, Ku-shi-na. ーescuchó la voz de la bruja...solo que un poco más humana, Obito la miró fijamente a la que ahora era una hermosa mujer pelirroja con sus cabellos recogidos a la par de su cabezaー Algún día un niño cercano a ti anhelara tanto amor, que tú no podrás hacer nada.
Y con eso la mujer rió de forma maníaca, mientras que su rostro se deformaba dejando a la vista a una bella mujer de cabellos negros sueltos y largos, piel nívea, baja y delgada...
Obito sintió una presión en la garganta...Esa mujer...era horriblemente parecida a Kakashi ¡incluso tiene el mismo lunar en el mentón!
Cuida a tú amigo, Obito.
Escuchó, antes de despertar.
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Kakashi Y La Puerta Secreta
FantastikAveces solo quieres desaparecer de este mundo horrible y aparecer en uno perfecto, donde seas feliz. Kakashi creyó encontrar ese mundo perfecto. Era feliz y amado. Volvía a tener una vida perfecta. Pero era extraño, y en algunos momentos, incómodo.