Capítulo 2

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Acurrucado en el centro de su cama está un hombre que casi juraría que nunca he conocido. No se parece completamente a Severus. Este no puede ser el hombre perpetuamente compuesto que conozco. Su piel es tan pálida como me imaginaba, pero su cuerpo es largo. Su mano izquierda serpentea entre sus piernas y rápidamente se sacude.

Ni siquiera ha notado mi presencia. Su brazo derecho está en un ángulo extraño y veo que su muñeca está encadenada a uno de los postes de la cama. Sus largas piernas están temblando y él está acostado en una piscina de su propio semen. Justo cuando abre sus ojos y me mira, grita su liberación. Más semen se une al charco cada vez mayor bajo él. Las lágrimas le mojan la cara.

-¡No mires!- Grita. Su mano ha abandonado su pene todavía erecto y ahora sus dedos se extienden furiosamente. -No mires. Ahh. No mires- Aun cuando dice las palabras sus piernas se están extendiendo para darme una mejor vista. Mi mano está en el marco de la puerta para mantenerme en su lugar. Quiero meterlo en el colchón. Respirar. No lo pierdas todavía.

-No mires- Sus caderas están instintivamente empujando hacia adelante contra nada. Su pecho y hombros están cubiertos de un brillo de sudor. La mayoría de sus cabellos oscuros soplan en las almohadas, pero algunas hebras caen sobre su cara. Los ojos oscuros brillan por las lágrimas.

-Tú eres mi Omega- Noto que su erección se contrae en mi declaración.

-Alfa, por favor. Ahh- Se está moviendo más rápido. -Sal de aquí. No te acerques más. Deja Alfa. No mires. No puedo parar- Está tirando de los bonos tratando de salir de la cama y cerrar la distancia entre nosotros. Él está jadeando todo el tiempo.

-¿Quieres que te libere?- Ella me dio la llave para liberarlo. ¿Ni siquiera confío en mi mismo con la llave?

-No. Por favor. Simplemente vete- Me moje los labios cuando los deliciosos dedos pálidos se abren. -No puedo parar- Dije mientras el todavía está en control de sí mismo. -No mires- Cada pulgada de piel de sus mejillas a sus hombros está brillando. Su estómago es delgado. Sus pezones rosados ​​se destacan contra la pálida piel de su pecho. Tengo el impulso de probar esos brotes pequeños, de llevarlos a mi boca, de morderlos hasta que grite. Mi agarre en el marco de la puerta se intensifica. No puedo dar otro paso o voy a perder el control, incluso ahora es insoportable. Esos pequeños capullos están erguidos, tentándome.

-Severus deja de digitarte-

-No puedo. Duele- Sus dedos trabajan más rápido.

-Si no haces lo que digo me acercaré. Si hago eso, entonces no podré controlarme. Si quieres que me quede donde estoy, haz lo que te digo. Quiero que juegues con tus pezones. Me quedaré aquí y veré. No me moveré más cerca mientras sigas haciendo lo que digo-

Miro sus dedos tirar de sí mismo a regañadientes. Son lisos con algún tipo de lubricación. El sonido que hace cuando su pulgar toma su pezón derecho es casi suficiente para hacerme venir.

-¿Qué es eso en tus dedos, Severus?- Él no me mira a los ojos.

-Lubricación-

-¿Fuiste a comprar algo ya que sabías que estarías en celo?-Él está sacudiendo la cabeza. -Los Omegas producen lubricación natural durante el celo. Es normal en los Omegas-

-¿Entonces estás mojado para mí? Es así como has estado lidiando con tu calor. Bloqueándote. Evitándome. Te esposas a ti mismo-

-Era la única manera de no buscarte-

-¿Por qué no lo hiciste?- Se pellizco esos hermosos cogollos entre el pulgar y el dedo índice. Cada vez que lo pone entre esos dígitos, sus ojos brillan. Severus no me responde. Sus estrechas caderas están temblando.

[I TERMINADO] El Primero De Muchos ||HarryxSeverus||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora