Su corazon palpitaba muy rapido, tenia un mal presentimiento.
Estaba en una habitacion totalmente negra, trataba de escapar pero estabaun bucle que parecia no tener fin.
La risa se paro de escuchar, haciendo que Roier se asustara más y buscara una salida con más desesperacion ¿Que querian de el? Su cuerpo se dejo de mover, se congelo por completo y se escucharon pasos que se acercaban con rapidez, Roier estaba nervioso, intranquilo. Al fin estaba completamente feliz y le querian quitar todo.
Una figura alta e intimidante se comenzo a mostrar, dos ojos rojos comenzaron a mirarlo, amenazando a Roier con la mirada.
-Veo que no te gusta este lugar.- Se sintio una energia intimidante apenas la figura se mostro, era un hombre alto y con un traje elegante completamente negro, tenia ambos brazos escondidos detras de su espalda.- Sabes, odio que las personas como tu sean felices. Fui creado para impartir el orden y perfeccion en los multiversos, y tu universo me da asco. Todos contentos siguiendo su libreto sin preocupacion alguna, eso me hace sentir asqueado. Podria reiniciar tu universo para que tengas un golpe de realidad y no quitarte tus recuerdos, para que cuando tus seres queridos te traicionen, te duela el doble. Pero eso seria muy flojo de mi parte.
El ser agarro el menton de Roier, mientras el lo miraba atemorizado, acerco sus rostros y comenzo a reir. Los ojos de Roier se volvieron completamente blancos, para luego volverse de un color negro que daba miedo, una mirada profunda que intimidaria a cualquiera, sin emociones ni algun 𝘳𝘢𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘷𝘪𝘥𝘢.
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Corria por su vida ¿de que corria? No podia recordarlo, pero sentia una inmensa necesidad de seguir corriendo, su corazon palpitaba y respiraba con dificultad. Comenzo a sentir un liquido espeso y caliente correr por sus manos, las reviso mientras seguia corriendo ¿Sangre? Se detuvo, para mirar asqueado sus manos ¿Donde estaba? Miro a su alrededor, viendo solamente un bosque lleno de cuerpos sin vida. Lo peor es que todos esos cuerpos los conocia, pero no sabia de donde los conocia.
Escucho a alguien correr, se estaba acercando a el. Se dio la vuelta y pudo ver como un pelinegro alto se acercaba a el, tenia la mirada perdida y se acercaba rapidamente a el, la mirada del castaño fue a las manos de la persona. Tenia un hacha llena de sangre.
El pelinegro se abalanzo contra Roier, y comenzo a amenazar con golpearlo con el arma que tenia en sus manos, pero su sentido aracnido hacia que esquivara los golpes.
-¡TE DIJE QUE NO TE ACERCARAS, ROIER DE MIERDA!- Reconocio la voz, haciendo que comenzara a llorar, no entendia el porque de sus lagrimas, solo salian como si tuvieran voluntad propia.- ¿¡VEZ TODO LO QUE CAUSASTE?! ¡ESTO ES TU CULPA! ¡ACABASTE CON TODOS!
