𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑺𝒑𝒊𝒅𝒆𝒓

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Las estrellas se apoderaron del cielo, una vista hermosa desde el claro del bosque.

Cellbit solo miraba el cielo, se hundía en sus pensamientos con la mirada perdida. Se acomodó el pelo y se hizo una pequeña coleta baja, dirigió su vista hacía el bosque, que estaba completamente oscuro. Algunas antorchas iluminaban aquel bosque tan oscuro, pero la luz era tan tenue que Cellbit no la notaba.

Siempre trato el conquistar a Roier, pero al parecer su corazón ya tenía dueño.

Su mirada era triste, en aquellos ojos azules se podían reflejar las estrellas debido a las lagrimas que amenazaban en salir.

De pronto, su mirada cambio y seco aquellas lagrimas que habían salido, se paro y comenzo a caminar hacía el bosque con la mirada perdida.

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Las ojeras de Juan eran evidentes, no pudo dormir en toda la noche intentando utilizar sus poderes de cualquier forma. Recitaba palabras extrañas mientras sus ojos se iluminaban de un color esmeralda, dando un poco de esperanza al castaño, pero para tristeza de este, se apagaron segundos despúes. El pelinegro dormía despreocupadamente a su lado, estaba apoyado en una pared con el ceño fruncido, balbuceando cosas que no se llegaban a escuchar.

-Mierda..Ya casi..- El castaño apretó sus puños y volvió a recitar aquellas palabras, sus ojos se iluminaron al igual que sus manos, el castaño sonrió ante tal hazaña, las sogas que amarraban sus manos comenzaron a emitir sonidos que daban a entender que se romperían en cualquier momento.

-Buen intento.- Los ojos de Juan volvieron a la normalidad, y notó que sus muñecas estaban más apretadas, trato de mirar hacía ellas pero no lo logro.- Son esposas, no soy tan tonto como crees. Sabía que en algún momento lograrías burlar las sogas. Eres muy bueno con tu magia, lo admito, pero debes pensar un poco más.- Rubius se podía ver por el otro lado del cristal que estaba enfrente de el, Juan lo miro con odio, sus ojos volvieron a un color verde, esta vez más natural.- Hm..Eres un buen hechicero por lo que veo, tienes mis respetos.- El peliblanco se dio la vuelta, el cristal dejo de ser visible.

-Es un imbécil, lo sé...- Juan miro a su lado, Quackity ya se había sentado y lo miraba.- Verás..Es difícil de decirlo, pero yo conocí a este Rubius, antes de que fuera de esa forma.- Juan se acercó más a Quackity, quien suspiro y decidió continuar.

-Ambos vinimos aquí, por "alterar" nuestros libretos. Cuando lo conocí yo ya tenía a Roier, según lo que pude entender, esto antes era una agencia que estaba en conjunto con el vigilante, pero tuvieron varias diferencias y bueno..Decidieron separarse. Se dividieron en 2 grupos, los que estaban de parte del vigilante y los que estaban de parte del "hechicero supremo". El era la mano derecha del vigilante y comenzó una revolución. Rubius y yo estuvimos presentes en ese momento y cuando se dio cuenta que el Quackity de su universo era parte de todo esto, le rompió el corazón. El comenzó a tirarle mierda y Quackity no reacciono muy bien que digamos..Yo le ayude a Rubius para ganar, pero para ello tuve que acabar con la vida de tantas personas..entre ellos una persona que Quackity consideraba su hermano, ya que fue el unico que no le dio la espalda en la isla y por parte de Rubius, era la persona que le gustaba. Yo no sabia que el era de su universo, solo que cuando vi su uniforme vi una amenaza potencial..Asi que Rubius se puso en contra mía y se fue al bando del Quackity de su universo, me dejaron varias cicatrices..Y cuando volví a casa tuve que esperar a que me devolvieran mi memoria para decirle todo a Luzu, pero le dije las cosas a medias..El estaba muy preocupado por mi y como recién habiamos tenido a Roier, sentí que contarle eso no solo pondría en peligro a Luzu, sino tambien a Roier. Tu eres la unica persona que sabe esto de mi universo..Perdón por contarte todo este de una, niño.

El castaño solo miraba al pelinegro con cara de confusión, mientras que Quackity se aguantaba las lagrimas. Juan solo sonrió al pelinegro.

-Nos voy a sacar de aqui, sea como sea..- Quackity miro a Juan y asintió sonriente.

Roier y Spreen miraban la televisión totalmente despreocupados, Molly estaba durmiendo en las piernas de Roier mientras este la acariciaba. De pronto, alguien tocó la puerta, Spreen miro a Roier y este se encogió de hombros, Spreen se paro y se dirigio a la puerta. Al abrirla se encontró con Juan, quien yacía apoyado en el maro de la puerta con una mano en el aire, como si fuera a tocar la puerta nuevamente, al ver a Spreen sonrió coquetamente y se inclinó hacia el.

-Oh..Hola Spreen ¿Estas solo?- El tono seductor en la voz de Juan llego a los oídos de Roier, pudo sentir como el ambiente se ponía tenso. Arqueo un poco la espalda para poder ver hacia la puerta, donde pudo ver a su amado negando con la cabeza.- Ya veo, ¿Con quien estas?

-Con Roier, ¿Que necesitás?- Spreen se rasco la nuca y volteo a ver a Roier, quien lo miraba con una ceja alzada.

-Uhm..Nada, solo hablar contigo un rato, ¿Cuando estas libre?- Spreen solo miro a Juan con cara de pocos amigos, a lo que Juan comprendió, su cara cambio completamente.- Ya veo..Bien, estaré en el arbol por si decides ir..Adiós!- Juan se dio la vuelta  y se fue, puso sus manos atrás de su espalda y las entrelazo, Spreen cerró la puerta y soltó un suspiro de alivio.

-Ese no es Juan.- Roier inclino su cabeza hacia la derecha, en muestra de confusión.- Desde ayer que ha estado medi "coqueto" conmigo. Pensé que había superado esa etapa, además que sus ojos son de otro color..- Roier solo miro al más alto y siguió acariciando a Molly.

-¿Conoces a los "skinwalkers"?- Spreen negó con la cabeza y comenzó a prestarle más atención al castaño.- Son como unos cambia-formas..Lo vi en un video y no me lo he podido sacar de la cabeza. Quizá Juan es uno, pero sea como sea, que no lo vea sobrepasandose contigo, eh?- Spreen rió ante aquel comentario mientras Roier se cruzó de brazos y miro a Spreen con el ceño fruncido. De pronto su expresión cambio.- ¡Ya sé! Que te parece si vas con el y yo voy por los arboles para vigilar que no te haga nada raro.- Spreen miro sorprendido a su pareja.

-Es buena idea..Dejá que le escriba y apenas me responda, empiezas a ir por los arboles.- ROier asintió decidido. Spreen agarró su telefono y le escribió a Juan, esperaron unos minutos y este contesto, la pareja se miro y sonrieron. Spreen beso a Roier y este salio de la casa, saltando arbol por arbol de forma ágil, Spreen salio de la casa unos 2 minutos despues de Roier, siguiendo su camino de siempre con tranquilidad. Cuando llego pudo ver a Juan parado con sus manos detrás de su espalda, miro hacia el arbol y pudo ver a Roier medio escondido entre las ramas.

-Se que estas ahi, Roier. No eres de utilidad para esto.- Spreen miro a Juan, que estaba a pocos metros de el. El pelinegro pudo ver como Juan sacaba un arma y la accionaba en direccion a Roier, derramando varias gotas de sangre en arbol. El cuerpo de Roier cayó, para luego quedar en el piso, totalmente frio. Spreen miraba con horror la escena, ahogo un grito para luego ir corriendo hacia Juan.

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Roier vio como Spreen se acercaba al lugar, luego miro a Juan de reojo, pero al verlo bien, pudo ver que este tambien lo miraba, con una sonrisa sadica.

-Se que estas ahi, Roier. Fue un error que hayas decidido venir.- Juan saco un arma, apuntando hacia Spreen. Roier se bajo del arbol, intentando impedir la acción, pero al bajar, se escucho un fuerte sonido. Al mirar hacia Spreen, pudo ver como este caia de rodillas hacia el piso y luego caia completamente. Juan rió de forma sadica y miro a Roier, quien veia con horror la escena.

¿𝘌𝘴𝘵𝘰 𝘦𝘴 𝘳𝘦𝘢𝘭?