Ya era de dia, Roier ya habia regresado a su casa y su mamá lo regaño bastante, si no hubiera sido por su papá, le hubieran dado un escobazo. Ahora, Roier estaba en su habitacion, revisando su telefono, estaba tranquilo, pero aburrido ¿Que podria hacer? Aldo y Mariana estaban ocupados haciendo remodelaciones en su casa, Rivers estaria ocupada todo el dia, Missa habia terminado en el hospital intentando ser "radical" con su patineta. Su unica opcion era Spreen, pero la verguenza le ganaba.
Luego de un rato decidiendo si iba o no, se paro, ordeno su cama y salio con lo necesario. Cuando bajo, le dijo a sus padres que iba a ir con Spreen.
-Ts ts, y con permiso de quien?- Quackity estaba junto a su esposo mirando la tele, aparto la vista de la serie y miro serio a su hijo.- Es broma mijo, vaya pero no vuelva tarde.
-Y nada de andarte besando con Spreen.- Luzu no aparto la mirada del televisor, su expresion era seriedad pura. Roier solo se sonrojo, asintio y salio de la casa.
Roier tarareaba, mientras iba caminando. Por alguna razón estaba muy feliz, dejo de pensar por un momentoy se tropezo con una piedra, pego un grito y volvio a caminar, por suerte no le paso nada malo.
Cuando llego a la casa, toco la puerta, no espero mucho para que la puerta se abriera. Se encontro con Vegetta, quien lo miro y sonrio.
-Hola tio, esta Spreen de casualidad?.- Roier le sonrio de vuelta, Vegetta miro a la nada, como si quisiera recordar algo.
-Mi niño, el acaba de salir con un amigo, pero no quieres pasar? Queria hacer galletas y tu serias de gran ayuda.- La cara de Roier cambio a una seria, estaba un poco celoso, pero al instante cambio de expresion y asintio.
Cuando entro, Vegetta le dio un delantal y empezaron a buscar los ingredientes. Luego, entre los dos se repartieron las tareas. Se divirtieron bastante, las historias que Vegetta contaba, sumado a los comentarios ocurrentes de Roier, fue muy divertido. Mientras esperaban que las galletas se cocinaban, Vegetta le mostro a Roier fotos de Spreen de chiquito.
-Y aqui fue cuando agarro el talco y se lo echo en la cara, jeje..Tuvimos que llevarlo al hospital de urgencias..- Roier quedo mirando a Vegetta sorprendido, pero al ver la foto de Spreen..Era muy tierno, ni pensar que ahora ese bebe tan tierno se convertiria en lo que es ahora, una persona seria que casi nunca sonreia.
Sono la alarma de las galletas y ambos fueron apresurados a ver esas pequeñas delicias que los tenian tan ansiosos. Vegetta se puso un guante y le dio uno a Roier tambien, ambos abrieron el horno, emocionados, salio un olor dulce del horno y eso los puso más felices. Las galletas quedaron bien, los ojos de ambos se llenaron de brillos, estaban orgullosos de haber hecho eso solos.
Pusieron la bandeja de galletas en la mesa y esperaron un poco a que se enfriaran, en ese transcurso de tiempo llego Rubius, quien olio desde su habitacion las exquisitas galletas que acababan de preparar. Todos tomaron una galleta y la mascaron al mismo tiempo, habian quedado perfectas.
Mientras todos comian galletas y tomaban café que habia preparado Rubius, la puerta se abrio y entro Spreen junto a Juan. Roier volteo y su expresion cambio un poco, pero seguia sonriendo, con migajas de galleta en su cara, Spreen quedo viendo a Roier, se veia bastante lindo con delantal y las mangas arremangadas.
-Hola viejos, Roier. ¿Que hacian?- Se acerco a la cocina, mientras seguia mirando a Roier, embobado por su belleza natural. Juan, se quedo en la puerta, solo mirando la escena.
-Hola ozito, Roier llego hace unas horas y nos pusimos a hacer galletas, saca una y podrias ofrecerle a tu amigo.- Vegetta sonrio a su hijo, quien porfin aparto la mirada de Roier y miro a sus padres.
-Spreen! Yo ya me voy, necesito ordenar algunas cosas en mi casa..-Juan abrio la puerta de entrada y se dio la vuelta para irse.- Adios, 𝙤𝙨𝙞𝙩𝙤.
¿¡OSITO?!- Penso Roier, cambiando totalmente su expresion. ¿Quien mierda era el para llamar asi a Spreen? Roier miro al antes nombrado, el seguia con su expresion seria, cosa que alivio a Roier.
-Ah, mi mamá me estaba mandando mensajes, asi que me ire yo tambien. Muchas gracias por las galletas y el café, tios.- Roier les sonrio a ambos y tomo un plato con algunas galletas para sus padres. Se saco el delantal y se lo devolvio a Vegetta.
-¿No queres que te acompañe?.- Spreen tomo del hombro a Roier, quien se dio la vuelta.
-No, muchas gracias. Estoy bien.- Roier le sonrio a Spreen y siguio su camino hacia la puerta. Al abrirla, Spreen fue apresurado y le toco el hombro.- Que pasa?.- El pelinegro se acerco al oido de Roier.
-𝘛𝘦𝘯𝘦́𝘴 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘢𝘴 𝘤𝘶𝘳𝘷𝘢𝘴..- Le susurro el argentino a Roier, quien solo se sonrojo y salio rapidamente de la casa. Cuando salio solo se escucho un grito por parte de Roier y luego pasos agitados que se iban alejando más y más.
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🍒- Perdon por el cap tan corto, no tenia mucha inspiracion ya que doña lloro toda la noche y la noche es mi tiempo de inspiracion. Asi que hoy no hice guion ni nada, perdon. El cap de mañana sera mas largo, lo juro.
