𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑺𝒑𝒊𝒅𝒆𝒓

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Spreen queria despejarse, estar solo y pensar un rato. No podia dejar de pensar en su amado castaño y cuanto extrañaba escucharlo reir.

Apoyo su espalda en el tronco del arbol, se quito sus lentes y empezo a mirar el cielo, estaba cansado, sus ojos estaban cansados de tanto llorar. Cuando cerro los ojos y los volvio a abrir, ya no estaba en su realidad. Se paro rapidamente y comenzo a mirar a su alrededor.

El bosque estaba destruido, habia cuerpos sin vida en todos lados. De pronto, una figura se comenzo divisar a lo lejos, al verla mejor vio que la persona estaba cargando un cuerpo.

Cuando la figura se acerco más a el se pudo dar cuenta de que era Juan, tenia sus lentes rotos y su cara estaba lastimada. Al ver el cuerpo, un escalofrio recorrio su cuerpo.

-¿𝘙-𝘳𝘰𝘪𝘦𝘳..?- Se miro las manos, las cuales estaban llenas de sangre, miro nuevamente el cuerpo sin vida de su pareja, puso sus manos en las mejillas de Roier y empezo a llorar. Al parpadear nuevamente, volvio a su realidad.

Al ver alfrente pudo ver que su Roier estaba parado enfrente suyo, Spreen le estaba apretando de más sus mejillas. El pelinegro se puso rojo y se seco las lagrimas.

-P-perdon, estaba soñando despierto..- Rio nervioso y se volvio a sentar, seguido por Roier, quien se sento a su lado y apoyo su cabeza en el hombro de Spreen. El pelinegro se sonrojo un poco y lo miro.

-¿Podrias recordarme quien eres?- El castaño miro a Spreen, quien sonrio un poco y luego miro al frente. No le molestaba contarle todo a Roier por cuarta vez, solo le dolia un poco que su castaño no recordara todos los buenos momentos que pasaron juntos, pero no era culpa de Roier.

-Veo que ya no me tienes miedo.- Rio un poco mirando al castaño, quien tambien rio, Spreen sonrio ante escuchar la hermosa risa de Roier.- Soy tu novio acá, nos hicimos novios hace unos cuatro dias. Nuestros padres son amigos, asi que nos conociamos desde chicos.- Roier escuchaba atento, estaba un tanto sonrojado ante escuchar que el y su acompañante eran pareja.- Cuando eramos chiquititos, siempre te estaba protegiendo, eras muy torpe y siempre tenias moretones o algunas heridas, pero yo trataba de que no te cayeras. Desde que te empece a proteger ya no te caias tanto, y tampoco llorabas tanto como antes.- Roier sonrio y le agarro el brazo al pelinegro, quien se sonrojo.

-No puedo recordarte tan bien..Nisiquiera recuerdo tu nombre, pero estoy feliz de que seas mi novio aunque no recuerde el dia en el que nos convertimos en novios.- Spreen sonrio ante esas palabras, tenia la oportunidad de reescribir su historia con Roier y no la desaprovecharia.- Oh, conoces a Cellbit?- Spreen penso un poco, y recordo que el habia ido algunos años al colegio con ellos.- Es que me encontre con el hace unas horas. Es lindo.

"Es lindo", Spreen no queria estar celoso, no podia.

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Quackity estaba cansado, estresado. Las imagenes de aquella camara negra y aquellos recuerdos llenos de sangre y cosas horribles, no sabia cuando paso eso, pero lo recordaba.

Luzu estaba procupado, su hijo no recordaba nada y su esposo se distacio de todos, no salia de su cuarto y siempre tenia ojeras y una cara de cansancio enorme. Luzu siempre trataba de tener las mejores vibras para que Quackity y Roier estuvieran mejor, pero no se podia mentir a si mismo, se sentia solo.

Se la pasaba con Vegetta y Rubius, quienes tampoco estaban bien, Spreen estaba estresado por lo de Roier y siempre salia o estaba en su cuarto, cuando le preguntaban que hacia, Spreen solo los miraba y se acomodaba los lentes. Se sentian malos padres por no estar al tanto de su hijo, al igual que Luzu. Se habia prometido a si mismo el dia que nacio Roier, nunca dejar ni a su esposo ni a su hijo solos, ni que sufrieran. Pero vaya..Nada es como planeamos.