Cristian Romero es uno de los mejores jugadores jovenes de la Argentina y uno de los Alfas más codiciados y deseados tras su reciente divorcio.
Lisandro Martínez, un bello Omega deseado por todo Alfa y Beta joven, una belleza y un astro en el campo...
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Los cuartos de final; Países Bajos vs Argentina
¿Qué podría malir sal?
Bueno, para hacerla corta, todo
—Holandeses de mierda, por qué no se van a cagar manga de forros
Sergio, Cristian, Gonzalo, Otamendi y MEDIA SACLONETA estaban con el culo dado vuelta por la bronca por ese partido de mierda, principalmente por los jugadores del equipo contrario.
—Manga de buitres, quienes se creen estos hijos de puta para venir y hacerse los cancheros con los pibes, hasta con Pablo loco
—Fantasmas— Cristian sabía que el hecho de que esos Alfas de mierda acosaran a Lisandro, más los nervios del momento, lo desconcentraron, una bronca loco.
Los seis Omegas iban totalmente callados detrás de todos los Betas y Alfas de la selección, se sentían intimidados. Licha y Alejandro se sentían asustados, uno por estar en cinta y el otro por ser un Omega recién marcado. Aunque el Lautaro y Rodrigo también se sentían incómodos por no tener marca y sentirse sumisos ante un Alfa.
Lionel y Pablo podían ser Omegas marcados desde hace tiempo, pero la voz de mando de esos Alfas los mantenían alerta por si deberían cuidar a sus cachorros o a sí mismos de sus garras.
Todo el equipo caminaba a los vestuarios acompañados del Kun.
—Chicos, si nos cuentan individualmente lo que les dijeron a cada uno esos Alfas podríamos hacer que Países Bajos tenga tarjeta roja—Scaloni le habló a sus jugadores Omegas mientras abrazaba a su pareja y lo marcaba con su aroma. Decir que estaba enojado era poco, el (ahora ex) Director Técnico de Países Bajos, Louis Van Gaal, se atrevió a insinuarse a SU OMEGA en frente de su cara ¿Tan poco respeto tenía? Hijo de puta.
El Alfa mayor uso sus feromonas para calmar a todos, lo cual funcionó, logró que todos se sentaran en los bancos que tenía el vestuario y además, logró que los afectados hablaran.
—Bueno... creo que no hace falta decir lo que paso conmigo—Pablo se aferraba a su Alfa en busca de sentirse seguro.
Scaloni dejó un besito en la cabeza del Omega mientras lo subía y sentaba en su regazo, cosa que provoco un sonrojo en el Omega mayor, pero ni fu ni fa, se quedó re piola viendo a los demás chicos mientras Lio lo abrazaba por la cintura.
—Cuando se armó el quilombo en la banca de los suplentes, a Rodri y a mí se nos acercaron tres boludos a jodernos, encima nos quisieron marcar con su aroma.
—Un asco las feromonas de esos boludo—Rodrigo recordaba lo sucedido y sentía nauseas mientras se apoyaba en Paredes que lo marcaba “indirectamente” con su aroma.
—Hijos de re mil puta— Cristian agarró a Lisandro y lo puso también en su regazo mientras ocultaba su cabeza en el cuello contrario, aspirando su aroma.
