03|La propuesta

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03 | La propuesta

|Alexa


El ruido de la música era ensordecedor, los autos iban y venían por la carretera que estaba frente a mi apartamento. Yo, intentaba hacer de comer sin enloquecer por tanto escándalo, miré la hora y el reloj marcaba la una y media de la tarde.

Hace cinco horas que la música sonaba desde el apartamento de al lado, hace cinco horas que quería arrancarle la cabeza al idiota de mi vecino.

El escándalo volvió a subir de niveles y mi paciencia se agotó, tomé las llaves de mi apartamento, un cuchillo y salí hecha una furia hacia la vivienda de al lado. Mis nudillos se machacaron al golpear la puerta unas veinte veces antes que el asqueroso de mi vecino apareciera detrás de ella.

—¿Se te perdió algo? —su aliento a alcohol y droga golpearon mi rostro.

—Si, quiero que bajes el volumen de la música.

Él me miró de arriba abajo deteniéndose, por muchos segundos, en mi escote, me tapé con mis brazos y me alejé dos pasos completamente asqueada.

—¿Qué tal si mejor te nos unes, Alex?—su voz era rasposa, y algo lenta.

—No, ahora baja el volumen.

—Y si no lo hago, ¿qué?—Rodney le dió una calada a su porro—¿llamarás a la policía acaso?

Él volvió a reír sacando el humo del cigarro.

—Vamos, Rodney. No quieres volver a enfrentarte con los vecinos, sobre todo conmigo, ¿verdad?—le dije, recordando la última vez

—Estaba ebrio aquella vez y me tomaste desprevenido—su risa se apagó, dándole paso a una mirada gélida.

—¿Y ahora no lo estás? Si no quieres volver a prisión, apaga la música.—Él se me acercó peligrosamente y yo me alejé dos pasos más—Tienes una advertencia, si me haces algo te vas a pudrir en la cárcel.

Le mostré el cuchillo que llevaba como defensa. Intenté no demostrar miedo, él se aprovechaba de eso y atacaba sin contemplación.

Su mandíbula se tensó, pero hizo lo que le exigí. Él me tiró la puerta en las narices y segundos después la música comenzó a disminuir el volumen.

Suspiré y me permití relajarme, enfrentarme a Rodney nunca era fácil, sobre todo porque mide unos dos metros y tiene más músculos que cerebro. Su mano podría aplastar mi cabeza con solo un golpe.

No por nada su apodo era "La Mole Rodney"

Sigo sin entender como aquella vez tuve el valor de enfrentarlo y golpearlo. Mientras caminaba a mi apartamento, los recuerdos de ese día bailaban por mi cabeza.

Salí a la misma hora de siempre del bar, mis amigas me acompañaron en el taxi hasta el viejo edificio en donde estaba mi apartamento, las despedí y entré subiendo las escaleras hasta el piso cinco. Antes de llegar a mi hogar y descansar, Rodney salió de su apartamento visiblemente ebrio y drogado.

Sus ojos rojos, el olor desagradable que desprendia y la ropa hecha un desastre, me indicaron que no iba a ser fácil caminar por el pasillo hasta mi apartamento.

—Alexa—arrastró las palabras—¿Te he dicho que estás buena? ¿Quieres pasar a mi apartamento y tomar una cerveza?— preguntó

—No, déjame pasar—le dije tontamente esperanzada que se quitara.

Pero no lo hizo.

Él simplemente se apoyó en el marco de la puerta y se cruzó de brazos. Suspiré y decidí pasar con la valentía que aún me quedaba en el cuerpo, cuando crucé cerca a él intenté correr, pero de un movimiento él me tomó del brazo y me jaló hacia su cuerpo.

Deseo (1) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora