Un Donante por accidente [Offgun]

FINAL [Parte dos]

                                   OFF

Gun lucia glorioso mientras sostenía a
nuestro bebé entre sus brazos. Su rostro
inflamado por el llanto empezaba a recuperar su color natural.

-¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?-Me
preguntó, señalando con su mirada mi brazo-. Incluso tu brazo sanó.

-Ha pasado más de una semana desde que te intervinieron, la cesárea fue inevitable
considerando tu condición crítica.

Gun asintió quedadamente.

-¿Qué sucedió con oab?
Apreté los labios en un gesto involuntario.
«Odiar» era una palabra muy poderosa, así que no la utilizaba a la ligera, pero, a ese maldito sí lo odiaba.

-Está en prisión, tiene muchos cargos en su
contra, pero, por ahora, es mejor que no
pienses en ese tema, ya hay alguien
haciéndose cargo.

Estiré mi mano para acariciar sus rizos color chocolate. Sonreí y él me devolvió el gesto.

-Mhm, ¿hola? -dijo alguien de repente desde
la puerta entreabierta. Era Earth.

-Pasa -dijo gun con una enorme sonrisa en
su rostro-. Me alegra verte aquí.

-A mí me alivia saber que ya despertaste.

Earth me lanzó una mirada de agradecimiento, yo asentí. Fui yo quien le avisó que gun había despertado, era lo mínimo que podía hacer, considerando que era él quien se estaba encargando de dejar caer sobre oab todo el peso de la ley.

Personalmente, podría haber contratado a un buen abogado para defendernos, pero, Earth, además de ser bueno en su trabajo, tenía una motivación más que vigorosa para refundir a oab en una celda por el resto de su vida.

Earth estaba atacando todos los frentes,
incluso, se ofreció a defenderme a mí a pesar de nuestra mala relación, ya que oab confesó ser el responsable de mi "accidente", y sería sencillo hundirlo con dos acusaciones de intento de asesinato, y bien... earth era el experto.

-La señora Jennie va a testificar en el caso de gun, por cierto -mencionó earth de repente -. Gracias a ella toda esta situación no terminó en desgracia.

Gun asintió. El estaba de acuerdo con eso, yabque si no fuera por la señora encargada de sus cuidados pre-natales, quien llegó a la hora prevista para cumplir con su cita,oab habríaterminado el trabajo y él y su bebé no estarían aquí ahora

-Muchas gracias por todo, earth -mencionó
Gun con calma-. Sé que conseguirás que el
pague por lo que hizo.

-No tienes nada qué agradecerme, te lo debo -dijo earth esbozando una sonrisa-. Voy a asegurarme de cumplir mi palabra esta vez, me aseguraré de que él no vuelva a hacerte daño.

Tu familia puede estar tranquila.

Me sorprendió ver la sinceridad con la que
Earth pronunció aquellas palabras. Ahora, ya podía sentirme más tranquilo con respecto a su amistad con off, al final del día, yo no poseía una amistad de tantos años con la cual compararla.

¿Quién era yo para hacer sentir a gun
miserable por desear mantener su amistad con earth a pesar de sus tropiezos?

El sol empezabaa ocultarse, y yo me
encontraba en la unidad neonatal donde
pasaba la noche mi pequeño chimon.

Por fortuna él se encontraba bien, pero, nacer prematuramente de un padre doncel que fue brutalmente golpeado era razón suficiente para mantenerlo bajo vigilancia profesional cuanto tiempo consideraran necesario.

Me tranquilizaba poder observarlo a través del cristal que separaba el pasillo del área
neonatal.

Pasaba mucho tiempo de pie, observándolo
dormir para asegurarme de que nadie
perturbara su sueño. Y a pesar de que sabía que eso no era necesario, deseaba hacerlo.

Pero, esa noche en particular, no fui el único hombre dispuesto a aguardar detrás de aquella ventanilla.

-off, hijo -la voz de mi padre rebotó en mi
cabeza, pero no fui capaz de decir ni una sola palabra. No deseaba discutir. Su motivo para encontrarse de pie junto a mi mientras contemplaba a mi hijo no podía importarme menos-. Me enteré que tu bebé ya nació. Felicidades.

Cruzado de brazos, giré mi mirada hacia él, el tiempo suficiente para asentir.

El cartelito con el nombre de mi hijo, junto a su apellido, evitó que el intercambio fuera más extenso.

-Luce sano y fuerte. Como tú cuando eras un bebé.

Más y más silencio por mi parte. No deseaba crear un ambiente negativo alrededor de chimon.

Eso significaba que no deseaba a mi propio
padre en nuestra vida.

-He cometido tantos errores a lo largo de mi
vida... de los cuales me arrepiento -hizo una
pausa, acompañada de un suspiro ronco-.
Jamás podré enmendarlos, soy muy viejo y
terco como para que algo así funcionara, pero me alegra saber que tú no te pareces en nada a mí.

Apreté los labios. Mi corazón latía de prisa y sentí un familiar nudo en mi garganta.

-Serás un excelente padre... lo sé porque eres un gran hombre.

Lágrimas gruesas rodaron por mi rostro
mientras él se alejaba de mi sin mirar atrás.

Le agradecí que no hiciera eso.

Las cosas eran mejor de esta manera.

A la mañana siguiente, le pedí a la enfermera que me permitiera llevar a mi hijo con gun.

Caminar con él en brazos me hacía sentir
completo. Mi pequeño chimon era mi ancla.

Podía sentir un enorme alivio en mi corazón
ahora que sabía que mi padre aceptaba sus errores. El podía reconocer mis virtudes en esta nueva etapa de mi vida, y sí, definitivamente sería un buen padre para chimon. Me esforzaría cada día para lograrlo.

Llegué a la habitación de gun y lo encontré
sentado en su cama. Su rosto se iluminó
Cuando nos vio pasar.

-¿Mis dos amores vienen a visitarme tan temprano? Debo ser muy afortunado -dijo estirando sus brazos para tomar a chimon.

Me encargué de acomodarlo junto a su pecho y deposité un beso sobre sus rizos color chocolate.

Chimom tendría una buena vida, de eso estaba
seguro.

-FIN-