Mamá | Soojun

05

El lunes resultó cómodo. Lo primero que Yeonjun hizo fue arreglar a Wonyoung para la escuela y él a su vez para su trabajo, desayunar bien e iniciar el día de ambos. En su trabajo se vio la diferencia de ambiente debido al nuevo individuo que por esa semana sería partícipe en la empresa. Sonriente saludó a Na Soobin cuando llegó y lo vio sentado al lado de la puntual Soyeon en su escritorio.

—Buenos días, Yeonjun sunbaenim.

—¡Cariño, adivina qué! —expresó Soyeon. Lucía radiante vistiendo de verde pino aunque su rostro brillaba quizás de ilusión por el pasante Soobin— Jeon dijo que tú serías tutor de Soobin.

—¿Qué? —no es que la noticia le hubiese desagradado, sólo le tomó de sorpresa.

—¿Es una molestia para usted? —Soobin aún así lo percibió negativamente y soltó repentinamente preocupado.

—¡No, no! —Yeonjun entró en pánico y por eso se apresuró a aclarar— ¡Para nada! Qué bueno haber sido seleccionado. Me llegó de sorpresa.

A decir verdad, al ser Yeonjun el único editor de texto de Labels, resultaba bastante solitario. Siempre tuvo que ser perfecto a la hora de redactar para que cuando Heeseung hiciera la revisión final no hubiese ningún inconveniente, y cuando resultaba tener algún error no sucedía mucho, Heeseung sólo le señalaba algo mal redactado o un pequeño error de información y tenía que rebuscarse para corregirlo, no tenía indicación más, siempre tendría que hacerlo por su cuenta a partir de lo que sabía de experiencia y de estudio, después de todo para eso era su carrera. El que Soobin llegara suponiendo para el mismo puesto no se le hacía una perdida de su propio trabajo, sino a cambio, más como una compañía. Por desgracia para los pasantes, mayormente eran utilizados para favores y andaban de aquí para allá llevando papeles, café, encargos y hasta almuerzos por toda la oficina, era lamentable, sin embargo, esta vez pondría voto y se haría cargo de un pasante, por primera vez, y haría las cosas bien. No dejaría que Soobin otorgara una mala reseña como pasante probando una empresa bien puesta, no -aunque poco le importaba el temperamento de Labels-, Yeonjun haría que Soobin se inspirara y se esforzara en su área para poder animarse a buscar un empleo justo y bueno con todas las ganas una vez acabase su carrera.

La sonrisa que Soobin le brindó, llena de alivio, le hizo sonreír también, extrañamente turbado y sin poder dejar de verlo hasta que entró en cuenta que debían iniciar las cosas.

Un lunes ajetreado de palabras más como teoría que práctica. Era como dar clase, comparaba Yeonjun. Soobin era como un estudiante prodigio, siempre atento y comprendía rápidamente aunque muchas de las cosas que Choi le daba eran las básicas y por ende, las sabía.
De plano Yeonjun tenía que hacer un informe, esta vez trataba sobre marketing de una marca que les contactó para promocionar a través de varios medios; Labels le adjuntarían a través de periódicos, páginas web y hasta en una página oficial que era precisamente para eso. Para ser honestos, a Choi no se le daba nada bien el sentido agraciado de las palabras, le gustaba más bien escribir relatos que fueran serios y demandantes, como graves sucesos de un accidente noticiero o informes contundentes sobre politica, se le hacían más fáciles de redactar que hacer marketing promocional porque no sabía realmente como hacer enfoque a la atracción de la atención de las personas -de hecho hubieron varios temas y prácticas en la universidad que se lo explicaron pero nunca fue su fuerte-.

Soobin le ayudó, por supuesto. El niño, como se dijo, era un prodigio y Yeonjun comenzaba a sospechar que el pasante era hasta más talentoso de lo que era él, y eso que tenía mucha más experiencia. Para mala racha, le hacía decepcionarse ligeramente de él mismo, pero cambiaba el miserable pensar a uno donde dijera "aprendamos de Na Soobin".
Por consiguiente, la hora del almuerzo llegaba y eso indicaba a su vez que Wonyoung ya saldría de la escuela. El tiempo se le iba volando y cuando vio en el reloj que faltaban unos pocos minutos se asustó.