{Epílogo}

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El silencio reino en la habitación, solo se podía escuchar el sonido de los animales nocturnos, que rondaban en las noches. La luna estaba resplandeciendo, más que la mismas estrellas.

Sakura miró unos segundos la brillante luna, dejándose perder en sus recuerdos.

La habían puesto algo melancólica, recordar su historia con su esposo.

Dejo de observar la ventana y  posó su mirada en el pequeño que tenía al frente, su hijo.

- esa es mi historia con tu padres- hablo la pelirosa, dada por terminada la historia.

El pequeño desde que su madre empezó a contarle la historia de como se conoció con su padre, dejo de llorar. Era la primera vez que le contaba toda la historia, sus padres tuvieron que pasar por mucho.

- ¿Que te pareció, Diasuke?- pregunto Sakura, al no obtener respuesta de su hijo de nueve años.

- papá era un cursi- contesto el pequeño sacándole una risita a la mujer- pero también es el mejor.

- si lo es.

- quiero ser como el mama- comento causando que una sonrisa apareciera en los labios de u madre- quiero ser fuerte para soportar las miradas de mis compañeros, y que dejen de hablar de mi a mis espaldas, solo porque me cuesta hablar con ellos.

La sonrisa que tenía la pelirosa en sus labios desaparecio.

"Con que era eso"

- mamá.

- si cariño.

- ¿Es malo ser yo mismo?- la pregunta de su hijo, causó que la mujer lo anrazara mientras que acariciaba su cabello con ternura- todos en la escuela dice que no quieren ser mi amigo porque todas las niñas me quieren, dicen que soy muy serio.

Escuchar lo que su hijo le sucede en la escuela, de cierta forma le hace recordar a Sasuke. Sabía que algo estaba mal, lo supo cuando su pequeño llegó de la escuela junto a Sarada y subió a su habitación, al principio no le dio tanta importancia suponiendo que debía de estar estudiando.

Pero empezó a preocuparse cuando no bajo a cenar, ni recibió a Sasuke quien había llegado del trabajo.

Eso extraño mucho a la familia Uchiha, Sakura dejo su comida de un lado y subió a ver a su pequeño, la preocupación no la dejo comer. Cuando llegó a la hora, se encontró a su hijo con las mejillas empapadas de lágrimas.

Le preguntó que era lo que tenía, pero el no le contestaba.

En una oportunidad que tuvo decidió mejor contarle la historia, de cómo conoció a su padre, y las pruebas que tuvieron que enfrentar juntos.

- no cariño, no es malo ser uno mismo, si las personas no aprecian lo que eres- se callo un momento para besar la mejilla izquierda de su pequeño- entonces es porque no lo valen.

- pero, no quiero estar solo.

- nunca estarás solos, se que un día conocerás a una persona que te quiera tal y como eres- contesto, quitándose un objeto que tenía en su cuello- quiero que tenga esto.

La pelirosa le extendió el collar que Sasuke le había dado hace años, dejando sorprendido a su hija.

- pero si es tuyo mamá.

- ahora es tuyo- contesto dándole el objeto en las manos- prométeme cuándo encuentres a esa persona especial, que te ame con todos y tus defecto, le darás este collar como símbolo de que juntos afrontarán las dificultades.

Diasuke miró el collar que posaba en sus manos, sentía algo extraño en su interior con tan solo verlo, pareciera como si fuera su amuleto de la buena suerte.

¡Nunca te dejaré! (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora