Ender inicia con "E" | 7a.m #1

Capitulo 15

Dejen aquí su: "¡Llegué!"

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Kattia

–¿Quieres ir?

Giro mi cabeza.

–No estoy de ánimos para ninguna fiesta, Ender.

–Por favor, Katt– voltea su cuerpo, quedando acostado sobre su costado. Estamos echados en el pasto luego de dar varias vueltas al campo, como odio educación física– Es para que te distraigas, podrías relajarte.

–¿Qué me distraiga?– me siento en el césped, observándolo con enojo– ¡Atraparon al asesino de mi madre y lo dejaron libre solo horas después!¡Sin explicación alguna!¡¿Crees que debo relajarme?!

Acaricia mi mano para calmarme. Respiro hondo y vuelvo al pasto.

Ya he perdido la cuenta de las veces que le he gritado a Ender en estos últimos días. Le he gritado como si fuéramos un matrimonio en sus cincuenta años, aunque apenas vamos por una semana juntos. Estoy mucho más volátil que normalmente con la noticia de la libertad del asesino de mi mamá sin razón.

–No fueron las palabras indicadas– acepta. Me suelto de su agarre para mover mi mano hacia su cabello, jugando con él; me he dado cuenta que esa acción me tranquiliza tanto como a Ender– Solo quise decir que no puedes hacer nada ahora. Tu padre está tratando de resolverlo y buscar respuestas, ¿No crees que sería mejor salir, en vez de quedarte pensando en esto todo el fin de semana sin poder hacer nada para cambiarlo?

Suspiro, sabiendo que tiene razón.

–Lo siento, estoy frustrada– me inclino para plantar un muy corto beso en sus labios– Me encantaría salir, pero preferiría no ir a una fiesta.

–¿Entonces qué quieres hacer?

–No lo sé, ¿Qué te parece si vas a la casa de James luego de tu entrenamiento y ahí inventamos algo?

Me sonríe.

–¿Tu padre no estará?

–Tal vez si, pero le caes bien.

–Porque no sabe que soy tu novio.

Suelto un resoplido, divertida.

Al día siguiente que nos enteramos que el asesino de mamá fue dejado libre no quise venir a la escuela, no tenía ganas de hacer nada más que destrozar mi cuarto por la frustración. Para mi desgracia estaba tan distraída que dejé mi celular en el comedor, Ender me llamó en ese momento porque había estado ignorando sus mensajes y mi padre le contestó. No sé qué le dijo exactamente pero Ender llegó a la casa no mucho después.

–Pasos de bebé, Ender, pasos de bebé.

Escuchamos el silbato del entrenador de deportes llamándonos a todos de nuevo. Ender se pone de pie, fácilmente, como si no hubiéramos estado corriendo seguidamente desde hace media hora. Un quejido sale de mi garganta.

–Vamos, Katt. Tú puedes.

Extiendo mis manos para que me ayude a levantarme. Él lo hace como si fuera una pluma.

–Odio los deportes– me lamento, pegando mi cuerpo al de Ender y dejo que cargue mi peso. Él parece entretenido con mi cansancio– Podría vivir solo en los salones de clase, no sé ni porqué existe la actividad física.

Se ríe.

–Si no existiera la actividad física no tendría el gran cuerpo que tengo.

–Que arrogante– bromeo, picando debajo de sus costillas.