Ender inicia con "E" | 7a.m #1

Capitulo 18

Dejen aquí su: "¡Llegué!"

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Kattia

Bajo del auto que me está llevando y trayendo de la escuela desde que todo explotó. James me explicó que mientras resuelve todo el alboroto es mejor que esté protegida, así que acepté la movilidad por un tiempo. Debo admitir que no extraño del todo a mi bicicleta.

Escucho unas voces provenientes de la sala– una de las muchas que hay–, reconozco la de mi padre pero no las otras. Me detengo, respiro profundo para agarrar valor y continúo con mi paso, es mejor enfrentarme a la familia Foster lo más pronto posible.

Lo único que quiero es que no me traten mal porque no fue mi culpa que mis padres me tuvieran. Me esforzaré por forjar una relación amable solo por James, se lo debo.

–¡Ustedes también lo sabían!

–Mamá, no nos correspondía– responde una voz más gruesa que la de James pero bastante parecida.

–Será mejor que esta sea la última vez que me esconden algo así de grande– trato de que mis pasos no resuenen– ¿Entendido?

Quedo justo en la puerta, viendo a una mujer mayor apuntando a mi padre y otros dos adultos sentados en el sillón como si fueran niños regañados. Un hombre con el pelo blanco se acerca a la mujer tratando de calmarla.

–Hola.

Cinco pares de miradas caen en mí. El parecido entre todos es impactante, la verdad es que ahora me reprendo por no haber notado antes que los Foster y yo tenemos nuestros rasgos demasiado similares. Lo había visto en los sitios web que hablaban sobre su empresa pero nunca note nada, en verdad soy despistada cuando quiero.

–Eres muy parecida a tu padre– dice el señor.

–Soy muy parecida a todos ustedes– repongo más cortante de lo que quería, por lo que añado–: Lo siento, no quería sonar así.

Uno de los hombres, que estaba en el sillón con mi padre, se levanta y extiende una mano en mi dirección.

–Un gusto Kattia, mi nombre es Jensen– tomo su mano– Soy el mayor.

–Un gusto.

Quien supongo es el menor hijo de los Foster se aproxima a mí también, pero en vez de hacer lo mismo que su hermano, me abraza como si nos conocieramos toda la vida.

–He querido conocerte desde hace mucho, me llamo Jackson.

Sonrío, me gustó este saludo. Nos separamos. Hay un momento incómodo en el que los padres de James y yo solos nos miramos, sin hacer ningún movimiento.

–¿Cuántos años tienes Kattia?

–Dieciséis– respondo con toda la tranquilidad que puedo– En dos meses es mi cumpleaños.

–¿Mayo?

Asiento. No tengo que ser una genio para saber qué quiere saber todos esos datos para ponerlos en su línea de tiempo y descubrir el año en que me concibieron o algo relacionado a mi existencia.

–Ella es Gretta– corta la tensión su esposo– Yo soy Jean y, bueno, supongo que ya debes suponer que somos tus abuelos.

–Un placer.

Mi sonrisa flanquea por la notoria reticencia de Gretta hacia mi persona.

–Siéntate, nieta– todos lo hacemos, no creo que sea la única que siente toda la tensión– Sé que esto debe ser raro para ti, pero tengo muchas ganas de saber sobre tu vida... Si no te molesta.