Ender inicia con "E" | 7a.m #1

Capitulo 7

Dejen aquí su: "¡Llegué!"

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Kattia

Tomo asiento con otra persona tratando de poner distancia entre Ender y yo. Ni siquiera sé quién es la persona a mi costado pero ella no parece tener la intención de hablarme así que tampoco lo hago yo.

El profesor empieza a explicar su tema pero, por primera vez, no le hago caso. Paseo mis ojos por quienes creo son amigos de Ender, tal como él me dijo, son siete, incluyéndolo.

No sé cómo se llaman, sin embargo sus aspectos me dicen que no debe ser muy difícil diferenciarlos.

Ender está sentado al costado de un chico de ojos increíblemente azules y cabello castaño claro. En la mesa de al lado están sentado tres chicos, uno pelirrojo con pecas y ojos verdes que está atento a las palabras del maestro, otro peliblanco de ojos grises que parece estresado de la vida y el último con una sonrisa de oreja a oreja de cabello castaño claro y ojos de un color mezclado con verde que no logro diferenciar.

Una mesa atrás de la Ender están los que creo son los últimos dos que faltan. El primero, por raro que suene, tiene la misma combinación de ojos que el chico sonriente y sus rasgos son muy parecidos, unos audífonos colgados en su cuello y su cabello es de un castaño oscuro. El otro me da vibras de playero, su cabello rubio desordenado y sus ojos ámbar son penetrantes, percibo su aburrimiento desde mi posición.

La clase es lenta pero es la última del día, mi fuerte son los números y la ciencia, por lo que no participo mucho. Como le dije a James me quedaré para averiguar sobre las actividades extracurriculares, quisiera unirme a algún club porque si no mis tardes serán muy aburridas, aunque no descarto la posibilidad de salir y recorrer la ciudad yo sola.

Alisto mis cosas cuando suena la tan esperada campana de salida. No me volteo a esperar a nadie, saliendo con la intención de buscar dónde es que los clubes se establecen.

–¿Quieres que te acerque a tu casa?– me intercepta Ender en el camino a mi casillero.

–No, gracias, estoy bien.

Abro mi casillero, buscando la hoja que me dio mi padre, al matricularme, sobre las actividades extracurriculares .

–Lo siento– lo miro confundida, el arrepentimiento es protagonista en sus orbes– No quería ser insensible, de haber sabido lo de tu madre jamás hubiera dicho...

–Está bien, no tenías cómo saberlo.

–¿Segura que no quieres que te lleve a casa? Bueno, yo no tengo auto pero Lorcan de seguro puede acercarte también, si le digo quién eres no se opondrá.

–Voy a quedarme para buscar algún club al cuál unirme– le explico para que no siga insistiendo, empiezo a caminar hacia el salón del club de ajedrez.

Me sigue el paso.

–Yo tengo entrenamiento normalmente pero hoy han dispuesto la cancha para una actividad de los de primer curso, así que con los chicos vamos a reunirnos en la casa de los gemelos y entrenar allí.

–¿Me recomiendas algún club?

–Todos son aburridos– lo miro mal– Es verdad, los clubes de "entretenimiento" se toman demasiado en serio su actividad así que o te enamoras o te van a hacer papilla y los cursos extracurriculares tienen el mismo nivel que primaria, no vale la pena unirse a nada.

–Eso es decepcionante.

Me detengo frente a la puerta del club de ajedrez, tal como Ender me dijo: los chicos y chicas que están allí adentro parecen no respirar hasta que uno de ellos hace un movimiento.