Capitulo 24

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Dejen aquí su: "¡Llegué!"

♠♣♠

Kattia

Tomo el resaltador amarillo otra vez y subrayo las palabras más importantes de la página que estoy leyendo desde hace unos días. Muerdo la parte trasera del plumón sin quitar los ojos de las letras.

–¿Me prestas atención?– paso a la siguiente página, murmurando algunas palabras clave– Yo soy mucho más lindo que ese libro... y más divertido– subrayo una oración esta vez– Tengo mucho más carisma, también– tantea, apoyando su mentón en mis rodillas y abrazando mis piernas– Soy más interesante, te lo prometo... ¿Me haces caso?¿Por favor?

Resoplo. Dejo un lado el texto de literatura, alzando la mirada y encontrándome con un lindo puchero en sus labios.

–¿Qué quieres, Ender?– inquiero, divertida por su rabieta.

–No me estabas prestando atención. Me gusta tu atención.

Hace un mohín.

–Yo, al contrario de ti, debo estudiar para los exámenes de nivelación– le recuerdo. Se filtra por mi voz un poco de envidia que lo tienen sonriendo– A veces ser futbolista trae cosas buenas.

Estos exámenes repentinos me han caído de maravilla, debo admitir. Básicamente los he usado esta semana para distraerme de lo que pasó en la comisaría y el aniversario del fallecimiento de mi mamá. Llegó la semana en la que todos los problemas se me han juntado y yo he optado por la opción más fácil: evitar pensar en ello.

–¿Alguna vez te imaginaste diciendo eso?

–Jamás en mi vida– reconozco, acomodándome en el pasto– Por cierto, ¿cuándo es tu primer partido?

–¿Vas a ir a verme?– su tono emocionado y el brillo en sus ojos me toma desprevenida.

Lo observo detenidamente. Hemos estado estos días normal, creo, aunque es bastante obvio que quiere preguntarme cómo estoy luego de eso, pero se contiene para darme mi espacio.

–Según como te comportes– bromeo. Alzo mi mano, acariciando su mejilla con la punta de mis dedos– ¿Cuándo es?

–Mañana– mi sonrisa flanquea y sé que Ender es lo suficientemente receptivo porque pregunta–: ¿Qué pasa?

–Ese día mamá cumple un mes de fallecida.

El ambiente cambia. No me gusta que lo haga.

–¿Te digo "lo siento"?– pregunta, tanteando mi reacción.

–No, por favor, no.

Asiente, quedándose pensativo unos segundos.

–Cuando termine el partido puedo ir a tu casa y comer helado contigo si eso te ayuda a desahogarte– incita, moviendo sus dedos encima de mis rodillas desnudas– También podemos salir y allanar una propiedad de la corona de Gran Bretaña o la propiedad de quien quieras... O puedes venir a mi partido y te dedicaré un gol que te alegrará todo el año y después haremos lo que quieras– termina su verborragia verbal con una sonrisa. Antes de que pueda responderle, añade–: Pensándolo mejor, saca lo de allanar una propiedad de tu lista, sigo sin querer ir a la cárcel.

–¿Y la experiencia?

–No lo vale– bromea.

Se levanta de encima de mis piernas y se arrastra hasta quedar a mi costado, apoyando su espalda en la pared en la que yo también estoy.

–Voy a ir a tu partido– volteo un poco mi cuerpo para poder vernos a los ojos– No quiero comer helado porque todavía no me rompes el corazón y, sinceramente, visitar el cementerio no se me hace una idea para nada agradable.

Ender inicia con "E" | 7a.m #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora