-Era Santa -Capítulo 3 -Nefarius:

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Indeseado desde su nacimiento. Su madre, cuyo nombre no recordaba , trabajaba en "el caldero caliente", un lugar de mala reputación en un pequeño pueblo en las afueras de Helixia. Una isla misteriosa y peligrosa. Aquí el sol casi no se veía, con su oscuro clima lluvioso y su paisaje desolador, no parece ser el hogar ideal. Pero aún así, en su centro se encuentra una pequeña ciudad, protegida por una densa selva en forma de anillo que rodea la costa y crea una barrera natural contra los peligros que acechan en el mar.


Sus habitantes son un conjunto variado de criminales, fugitivos y desertores del ejército real, entre otros que tuvieron la mala fortuna de nacer en Helixia. Las pequeñas poblaciones que se extienden por sus alrededores son testigos mudos de las luchas diarias que tienen lugar allí.


La ciudad en sí misma es modesta, las casas eran poco pintorescas con techos de paja, la arquitectura nada asombrosa pero resistente, construida para soportar los duros vientos y las llúvias torrenciales que azotan la isla. En el centro de la ciudad, una gran explanada, donde había una estatua dedicada, al Propedeum, quien había unificado el reino de Jurly con Solária para ser regidos bajo el mismo gobierno usando la influencia del katólium, unificando la fe de los gobernantes.


No es un lugar de gran belleza, Helixia tiene un aire de misterio que atrae a los aventureros y a los valientes que buscan un lugar donde probar su valor.


Helixia forma parte de un archipiélago de dieciocho islas conocido como Solária. Las islas de Solária, al noroeste de Jurly, emergen como un infierno en medio del océano. Es un archipiélago tenebroso, un refugio para los parias de la sociedad, donde los puertos sucios están repletos de contrabandistas, traficantes de armas y un sinnúmero de delincuentes convictos que buscan huir de la justicia. Pero la oscuridad de Solária no se limita solo a la maldad humana, pues en estás tierras también habitan criaturas mágicas que merodean por los matorrales y playas.


El clima en Solária es asfixiante, aunque sus costas se ven hermosas desde la distancia, están llenas de peligros ocultos.


La madre de Nefarius había sido contratada por un pescador que sólo estaba de paso. El único pago que recibió fue a Nefarius en su vientre, un ojo de color violeta y la alfombra de su camerino, que estaba más gris que blanca debido al paso del tiempo, obtuvo unas manchas de color carmesí.



LA LEYENDA DE LOS GUERREROS: EL ORIGEN DE LA MAGIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora