Killua llegó temprano, con una bolsa colgando de sus manos. Estaba alcanzando su lugar de encuentro con Gon cuando vio al mismo sujeto del otro día.
— Hola, extraño.
— ...Hola— Era evidente que este no esperaba que le cortara el paso, menos con esa falsa cordialidad.
— ¿Qué tanto haces por aquí? ¿No terminaste lo tuyo ayer?
— Tu líder no quiso decirme nada. Volveré a insistir, mientras tanto veré que tanto llama la atención de su circo.
— ¿Es así? — Killua sonrió, falsamente simpático— Aquí no hay nada que hacer. ¿O eres de esos periodistas con ideas de detective?
El rubio se vio acorralado. Killua demostró ser mucho más sagaz de lo que pensaba.
— ¿Y bien? ¿Qué tanto haces vagando por aquí, donde la única buena historia en este pueblo es el acto del circo?
— No tengo porque responderte.
— Soy parte de esta franquicia, chico dorado. Te vale que me contestes o iré con el Líder.
Killua sonrió al ver a su presa en apuros. Le encantaba esa sensación de superioridad cuando conseguía ganarle a alguien.
— Ve con él. No tengo nada que ocultar.
— ¿Lo dices en serio? — Se enfrentaron las miradas— A mí realmente no me importa lo que le pase a este circo, pero es mi chamba por el momento y no dejare que un entrometido con ganas de fama me deje desempleado.
— ¿Ganas de fama? Cuida mejor tu empleo. ¿Cuál es tu acto, de todos modos? ¿El albino del momento?
— Soy el niño de las garras de dragón— admitió, enseñándole la deformación voluntaria de sus manos, pasando de uñas a largas garras— Y tú, un espía molesto.
— Si buscas provocarme, necesitas modales.
— ¡Buen día, señor entrometido! Soy Killua.
— Mi nombre es Kurapika— Extendió la mano hacia Killua pero él se negó a tocarla, por lo que la bajo— El camino de un periodista es el de descubrir la verdad.
— O inventar jugosas historias que lleven al escándalo. No dejare que vayas por ese sendero.
— No soy esa clase de periodista— De sus bolsillos, saco una de tarjeta de identificación— Si no deseas que malinterprete algo, llámame a este número para darme una verdadera historia.
— ¿Quién te crees? No diré lo que pase aquí.
— No me importa lo que pase en este circo— Declaro Kurapika, serio— Me importa lo que haga esa persona, Lucilfer.
— ¿Por qué el interés? — Killua tomo la tarjeta y se la guardo sin miramientos.
— Un periodista tiene confidencialidad— Kurapika hizo una modesta reverencia— Con permiso, me retiro.
— ¡Oye! ¿En serio crees que yo-?
— ¡Killua! — Escucho que Gon gritaba de lejos. En esa distracción, el rubio se esfumo de su visión.
Resentido, Killua permaneció en su lugar, preguntándose qué diantres querría un periodista persiguiendo a un circo ambulante como este, ni que hubieran sembrado éxito para ser reportados en televisión. Fugazmente, metió la mano en sus pantalones y observo la tarjeta que le dejaron. Pero que... Este nombre. Kuruta.
¿Se trataba del mismo sujeto que informo de la extinción de una tribu urbana años atrás? Había oído que era famoso en Ciudad York. Su abuelo le conto al respecto.
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A la esquina de Wonderland
FanfictionEl circo ambulante Brigada Fantasma ha arribado en Isla Ballena. Un niño curioso y bienintencionado se verá envuelto en una intriga junto a dos hermanos de pasado oscuro, un misterioso periodista conspirador y un mago muy especial. ¡No hay que ir a...