Ultima Función - El Mago

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Sí, es el capitulo final. 

Pero si acaba, ¡Lo haremos en grande!

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Tal como Killua predijo, Gon fue voluntariamente a encontrarse con su destino, que no era más que un Hisoka de anfitrión, abriéndole la puerta de su alquiler, bastante cerca de donde instalaron el circo.

Al encontrarse cara a cara, Gon lo encaro con decisión.

No se dejaría vencer por el miedo y la confusión, eso lo había dejado bien en claro cuando, a altas horas de la noche, marco el número que la carta tenía escrita y hablo con Hisoka en la línea.

— Ya me preguntaba cuanto me harías esperar, Gon— saludo el mago, sonriendo detrás del teléfono.

— ¿Cómo sabias que era yo?

— Solo he dejado este número a ti.

Gon sintió escalofríos. Por más mala espina que eso le causase, ya había dado el primer paso y no podía retroceder.

— ¿Y bien?

— Te enfrentare.

Hisoka pronuncio algunas palabras en francés que no entendió.

— Me fascina tu coraje.

— Es en serio, dime dónde y cuándo. Te enfrentare.

— ¿Estás seguro? No podrás volver atrás.

— No te preocupes por mí, estoy decidido.

No escucho su respuesta, sino pequeños susurros cargados de ansiedad. Gon tembló entero. En ese momento, estuvo totalmente consciente que se había metido a la boca del lobo.

— Aun es muy pronto para ti— recalco el hombre, resistiéndose lo más que podía.

— No me subestimes— Gon recupero su entereza— Te desafío, Hisoka.

El pelinegro escucho perfectamente como se relamía los labios.

— Entonces...— Hisoka dejo los juegos, igualmente decidido— Ven por mí.

Y allí estaba.

En uno de los alquileres más bonitos de Isla Ballena, de largas ventanas por las que se podía ver el océano y el puerto. Era un poco ostentoso para ser una estadía estilo cabaña en una isla tan reducida de recursos como la suya.

Impresionado por el brillo de la habitación, Gon se dejó llevar al interior de la propiedad.

— ¿Quieres té?

— Sí, por favor.

Gon se sentó en un sofá gris, frente suyo una bandeja de aperitivos. Se los comió gustoso, casi olvidándose de porque estaba allí, pues Hisoka lo trato con una cordialidad que difícilmente encajaba con el concepto que tenia de él.

— ¿Cuál prefieres? — Cada vez que Hisoka giraba sus manos, aparecía un elemento— ¿Cartas? ¿Dados? ¿Rompecabezas? ¿Tal vez una goma de mascar?

— No juegues conmigo— Gon trato de no demostrar que le encantaban sus trucos; había venido por algo serio— Quiero hablar contigo.

— Habla— Hisoka hizo aparecer una cuchara, que vertió en el té que Gon se estaba tomando.

— ¿Por qué te comportas así?

— Porque estás aquí.

— ¿Qué planeas?

A la esquina de WonderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora