♤●•.Enredoso amor.•●♤

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─Rusia... haz...

─Hola madre, me da gusto de volver a verte─ interrumpe el primogénito de la mayor y le muestra una leve sonrisa cortes haciendo que por un momento viera la soviética a su amado.

Rusia era tan parecido a esa persona especial que amo con todo su ser opacando su razón.

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─También me da gusto verte Rusia─ saluda la soviética y encierra entre sus brazos a su primogénito ─Te quiero mucho hijo.

─Yo también te quiero mucho madre, pero-

─Por favor no te vayas otra vez. No como lo hizo tu padre.

URSS con cada segundo que pasaba abrazaba con mas fuerza a su primogénito haciéndolo sentir mas incomodo ya que su madre siempre ha omitido la mención de su padre biológico y esta seria la primera vez que lo dice. Recuerda que cuando era un niño una vez le pregunto a su madre quien era su padre mas la soviética no le dio una respuesta concreta mas que su apariencia era similar a la de su progenitor.

Ahora tenia a su madre abrazándolo a la fuerza y sin poder zafarse debido a que sus hermanos eran inocentes y no sabia del tipo de trato que le daba su madre por una extraña razón. Intenta poner distancia pero con la llegada de sus hermanos que lo abrazaban junto con su madre le imposibilitaron su retirada, mueve su rostro en dirección al estadounidense y le mira suplicando en silencio en que cortara el momento.

USA por un segundo se quedo confundido por la mirada del ruso menor, sin embargo, decide hacer algo cuando ve como los dedos de la soviética recorrían de forma inapropiada la nuca de su hijo. Se endereza, enseña una expresión relajada y feliz, aplaude fuerte y dice en voz alta: ─Si, si, si. Mucho amor y todo. ¿Cuándo vamos a comer? Tengo mucha hambre desde que afuera olí un delicioso estofado.

─Si, los niños y yo nos esforzamos mucho para prepararlo desde la mañana, mas yo porque recién cace el venado─ habla esta vez México desconociendo el motivo de la interrupción mas estaba mas concentrado en la alegría de la soviética que otra cosa.

─¡Yo quiero los cuernos del venado!─ dicen al mismo tiempo Bielorrusia y Kazajistán reclamando los cuernos del venado que se transformo en la cena especial de la noche.

─Solo si me ayudan a lavar los trastes después─ propone el latino y Bielorrusia empuja a su gemelo para llegar primero al comedor y ser la primera en acabar de comer y lavar los trastes.

─¡Ey, eso es trampa!

─¡No es cierto!

─¡Si es cierto!

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La noche llego y los recién llegados debían de ser acomodados en la cabaña ya que no era tan espaciosa como la anterior. USA, China y México dormían en la sala de estar, Rusia dormía junto con Ucrania y URSS con los gemelos. Rusia a pesar de estar de nueva cuenta con sus hermanos no se sentía cómodo y era razonable debido a que paso muchas noches frías, solitarias y con un ojo abierto debido a los ataques de los alemanes nazis que dejaban en desvelo a muchos como el que estaban en primera fila en contra del enemigo.