♤●•.Enredoso amor.•●♤

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En el auto de URSS...

URSS y China apenas iban de camino de regreso a la cabaña, la antes mencionada estaba angustiada sobre la salud de su hijo y por ello pisaba hasta el fondo del acelerador con el detalle de que el asiático ni se inmutaba por su insensibilidad de que la mujer estaba manejando a toda velocidad sobre el hielo y que había altas probabilidades de morir en un accidente.

Esto ya no le afectaba porque desde hace 7 años vivió cosas horribles debido a las invasiones de Imperio Japonés a su territorito, que URSS condujera imprudentemente era la cosa menos importante, lo importante para el era ganarse la confianza de esta para tenerla de aliada y así nadie se metería con el.

─Si que te vuelves seria con tus hijos.

─Es algo obvio, son lo mas preciado que tengo en el mundo desde que su padre murió.

─Si... Por cierto, ¿Quién es su padre? Que yo sepa no hay registros de la persona por mas que bus-

De repente URSS detiene el auto, saca un arma y apunta en la frente, se queda unos segundos callada y le dice: ─Vuelve a preguntar quien es y te disparo en el cráneo.

─No tienes que ser tan extrema para eso, solo fue una pregunta─ contesta China y retira con el dedo índice y medio la pistola de su frente ─De verdad que no quieres revelar su identidad por mas que te entrevistaran.

─Mi vida privada es mía y lo único que no permito que la gente husme la vida de mis hijos y mía.

Nuevamente arranca el auto pero China estaba curioso sobre la identidad del padre biológico de los niños de esta, en especial cuando uno de ellos lucia diferente a la soviética. No recordaba su nombre pero este logro llamar su atención por el poco interés que le dio en la cena por mas que iniciara la conversación a diferencia de los otros que estaban curiosos. Este de ratos le miraba fijamente y mas cuando hablo con el mexicano sobre las cosas que harían mañana.

''Seria mas divertido si me gano el respeto de ese niño'' se dijo a si mismo en sus adentros el asiático y siente una emoción en su estomago por los planes extravagantes que haría cundo tuviera no solo la protección de URSS, sino también la de su primogénito.

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Llegan a la cabaña y el cielo estaba oscuro, URSS sube a las escaleras corriendo y entra al baño de golpe pero no encuentra a Rusia, esta alza la voz buscando a su hijo, de pronto sale México del cuarto suyo y se topa a su amada.

─URSS, me alegra que estés bie-

─¿Donde esta mi hijo?─ interrumpe la soviética y México no se ofende que lo haya interrumpido porque sabia la importancia de los hijos que tenia la soviética.

─Esta descansando. No hace mucho tomo un té para calentarse, mas tarde le dare otro.

─Suspiro* Que bueno─ dice la comunista y se desploma al suelo ya que por mucho tiempo estaba tensa de como seguía su hijo Rusia.