Parte 5

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No paso mucho cuando de mala gana tuvo que volver a la Sede en búsqueda del Sacerdote. 

No quería seguir involucrando al cristiano, ya lo había puesto en un grave problema al hacer que lo metiera a la Sede a escondidas, pero pese a sus investigaciones, no tuvo de otra que acudir nuevamente a el.

No tenia mas opciones, a todos los que interrogo con respecto a algún enemigo del fallecido Obispo decían lo mismo, que ellos supieran no había nadie en el pueblo que fuera enemigo de Kal, y si hubiera algún altercado dudan que llegara al punto de querer lastimar gravemente al católico; debido a la poca información que ofrecían en el pueblo, el único que lo podía ayudar ahora era el Sacerdote Shane, pues el sabe muy bien que pudo pasar o si tenia alguna idea o sospechas de alguien, además de conocer la Sede, también conoce a todos en el pueblo, cada que se le menciona a cualquiera del pueblo no dudan en soltar maravillas de el, por lo que el es el único que puede darle indicaciones.

Era temprano en la mañana cuando estaciono su auto a las afueras de la Sede, al tomar el camino de piedras a pie noto el bullicio juvenil que venia al otro lado del camino, el lado izquierdo para ser mas especifico, área la cual estaba separada y asegurada con un muro de unos 10 metros; le gano su curiosidad por saber que había tras el muro al final del camino, cuando vino por la ceremonia no se podía pasar porque las puertas estaban cerradas, pero ahora estaban totalmente abiertas para que cualquiera pueda entrar. 

Tenia que buscar al Sacerdote, pero aun no sabe donde pueda estar o si al menos estaba en la Sede este día, por lo que preguntar no estaría mal; tomo el camino hasta estar en la entrada, el bullicio de los jóvenes ahora era mas fuerte, mezclado entre risas y gritos de animo.

Era obvio que este espacio cerrado seria como un área de recreo para los niños y adolescentes, lo primero que vio fue la chanca de Fútbol en la cual varios chicos estaban jugando, al lado de la entrada 4 escalones llenos de niños de todas las edades que reían y gritaban de emoción ante el partido que estaban presenciando. 

Miro nuevamente la cancha y fue allí que se percato, había varios jóvenes y unos adultos, pero se hacia destacar por obvias razones al mismo Sacerdote que estaba buscando, este que tenia entre sus pies el balón estaba corriendo y esquivando a varios de los clérigos que le intentaban quitar la pelota; era sorprendente ver como corría con tanta facilidad, como si no tuviera puesta una sotana que cubría casi todo su cuerpo, cada que el cristiano esquiva o hacia pasar el balón los chicos gritaban de emoción, no fue hasta que en una jugada rápida y siendo perseguido logro realizar un gol.

¡¡La Santa goleada!!.

¡¡Reverenda jugada!!.

Escucho como los chicos se burlaban entre risas por el juego que acaban de presenciar, el cristiano por fin noto la presencia de Blakk al acercarse para saludar a los chicos en las gradas, dejando que estos siguieran con el partido se acerco.

Blakk aun estaba impresionado por lo que acaba de presenciar.

— ¿Cómo es que puede correr con eso puesto?. —soltó conmocionado, no pudo ocultar si expresión de asombro.

— Creo que de tanto tiempo usándolo la siento ligera. —mostrando una sonrisa.

Este aun recuperaba un poco el aliento, pero lo peor era que apenas estaba sudando y eso debe ser un logro con ese atuendo que sin duda es de tela gruesa, si el castaño estuviera bajo esas telas sin duda con solo trotear un poco estaría bañado en sudor. 

Negó mentalmente, volviendo a concentrarse a lo que en verdad vino, a buscar al cristiano.

No era el lugar ideal, por lo que en silencio salió de la zona de recreo, la sonrisa del pelinegro fue cambiada por preocupación al notarlo, siguiéndolo de cerca. Cuando estuvo unos pasos alejados y que cesaran un poco el bullicio, tuvo la confianza para hablar.

El misterio de la Sede Episcopal (+18 *gay panic*)[Bajoterra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora