Parte 9

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Al principio se extrañó al no ver a nadie por los alrededores, pero al pensarlo mejor era de esperar la soledad. Era Domingo, Días de pascua o Semana Santa para algunos, a él le gusta llamarla la Semana de los fanáticos, pero sería mejor mantener ese título personal. Han pasado un par de días desde que supo del Sacerdote, solo breves encuentros los cuales le aseguraban de la seguridad del cristiano, pero hasta allí.

La investigación se ha quedado estancada, hasta que el Sacerdote le informe de alguna novedad que los haga avanzar en el caso, por el momento solo se ha limitado a esperar, pero está claro que es un hombre con poca paciencia y esperar no es lo suyo. Supuso que de cierta manera puede aprovechar su semana de "Vacaciones", encerrarse en su habitación del hotel entre papeleo e investigaciones previas para buscar algún indicio sobre las evidencias encontradas, como el arma, o esperar la orden fiscal para por fin acceder a las oficinas del fallecido y a sus archivos personales del antiguo caso. Pero sus planes fueron interrumpidos por dos cosas, la dueña del hotel que a fuerzas lo obliga a salir para verificar la habitación o hacer limpieza, y de paso que el hotel se haya llenado de la nada por inquilinos, los visitantes de las familias del pueblo que también aprovechan la semana.

Teme que se esté acostumbrando demasiado al silencio y la tranquilidad del pueblo, puesto que no soporto el ajetreo de los inquilinos en el hotel al reunirse con sus familias, así que se vio obligado a salir de la habitación de inmediato.

Al llegar a la cuadra se vio a sí mismo un momento, la playera negra con el estampado de su estación de policía a un costado de la manga, pantalones deportivos con el camuflaje militar y sus tenis viejos, casual pero sutil, por lo menos no estará por la calle como un desalineado. Además, una vuelta no haría daño, o eso supuso.

Gruño para sí mismo al llegar al centro del pueblo, las calles estaban igual de saturadas, muchos autos estacionados alrededor del parque central y sin dejar lugar de estacionamiento frente a los comercios, había filas algo largas en ciertos comercios, como la panadería, la papelería y las tiendas de conveniencia, los gritos de los niños por los alrededores se mezclaba con el rugir de los autos.

No se esperaba que este pueblucho de un día a otro se llenara de gente, pero esa es la magia de las vacaciones, y más si se habla de semana santa en un pueblo religioso.

Hola. ¿nos permite unos minutos de su tiempo para leerle un Salmo?

Venga y acompáñenos a celebrar, honraremos la muerte de nuestro señor.

Permítanos ayudarle a encontrar el camino de la salvación.

— ¡¡Ya les dije que no!!. —miro con furia a los evangélicos que lo habían rodeado, estos de inmediato se alejaron por caminos separados. Cómo detesta a estos tipos de payaso, no entienden las indirectas y para colmo quieren decirte todo a la fuerza.

No se sentía cómodo así, se sentía observado y pequeño pero, ¿si no puede estar ni en su habitación ni en el pueblo en qué otro lugar podría estar más tranquilo?. Así, la imagen del Sacerdote pasó por su cabeza, por lo menos una rápida visita para verificar que todo estaba bien... Además no tenía otras opciones.

Así que aquí estaba, a pie llegó hasta los portones de la iglesia, como siempre abiertos pero para su sorpresa no había nadie. Tomando el camino principal miró el edificio desde arriba hasta abajo, le recordaba de manera amarga la primera vez que entro aquí, el edificio le sigue siendo impresionante no importa cuantas veces lo vea. Ya a medio camino se percató de que había movimiento tras uno de los arbustos cerca, al acercarse pudo verlo mejor, era un hombre que le daba la espalda, estaba inclinado tras el arbusto con guantes de tela y unas tijeras grandes de jardín, portaba un sombrero de paja y ropas sencillas, una playera color crema un poco sucia y pantalones rotos y botas gastadas, este con ayuda de las tijeras arrancaba raíces secas para colocarlas en una bolsa plástica, obviamente se trataba del jardinero de la iglesia.

El misterio de la Sede Episcopal (+18 *gay panic*)[Bajoterra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora