Parte 10

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— ¡Esto es inaceptable!.

Soltó el Director desde el otro lado de la puerta bloqueada por dos policías, completamente indignado ante la situación entre quejas y amenazas.

Blakk en cambio sonrió con satisfacción al ver la desesperación del hombre, normalmente esto significaba sospechoso para él pero, hoy era más una especie de venganza el susodicho director. Su atención volvió a su trabajo, ahora acompañado con gran parte del personal forense de su bloque quienes buscaban atentamente cualquier pista, removiendo cada artículo en lo que era la oficina del fallecido Obispo.

Obtuvo resistencia, no solo por el Director, sino por gran parte de los conocidos del Obispo dentro de la iglesia, la fiel creencia de irrumpir es una falta de respeto hacia el fallecido, están alterando lo que en vida era el santuario o zona de confort del mismo, fue gracias a Will y otro Sacerdote que recuerda es familiar del Arzobispo Geronimole quienes convencieron sin altercados a los demás.

— Nada fuera de su lugar. —Blakk soltó los brazos y miró a su lado a uno de los hermanos Bravado, el Caballero se quitó los guantes de látex para guardarlos en su chaqueta:— La oficina no está alterada, todos los archivos están en su lugar, tampoco hay evidencia de forcejeo, ni sangre, ni fluidos, nada.

— Este lugar está más limpio que toda nuestra comisaría. —recalco Mario mientras se acercaba con lente infrarrojos.

— ¡Irrumpieron para nada!. —exclamo el director, los policías cortaron el paso de este al tratar de entrar, obligándolo a retroceder:— ¡Profanaron el santuario de paz de un Obispo respetado!. ¡¿No les da vergüenza husmear y destruir las pertenencias de un fallecido?!.

Blakk rodó los ojos ya fastidiado:— Llévense todos los documentos pertenecientes al Obispo. Tal vez encontremos algo.

Los forenses asintieron para dejar de seguir buscando, uno a uno fueron a los archiveros para tomar cierta cantidad de documentos. Blakk miró brevemente a los hermanos los cuales lo siguieron, pasando entre los dos policías para tomar el pasillo el cual estaba lleno de quienes residen aquí, entre ellos los niños que miraban más con emoción más que preocupados, ver a tantos policías debe ser lo más emocionante que han visto dentro de este lugar.

— ¡¡¿A dónde creen que van?!!.

Ignoraron por completo al Director que les siguió el paso, ya conociendo el camino guió a los hermanos hacia las oficinas de Arzobispo, al abrir de par en par ambas puertas se encontró al susodicho arzobispo sentado en su escritorio, de su lado izquierdo su hermano de sangre el Sacerdote Pronto y del otro el Sacerdote Shane.

— ¿Han terminado?. -con indiferencia habló el arzobispo.

— Casi. Le pido con amabilidad que entregue todos los documentos que hagan mención al Obispo Zane.

— ¡¡Eso ni hablar!!. —el director rodeo al trío de policías para colocarse entre ellos y el arzobispo:— ¡¡Esto es claramente una invasión a la privacidad, no permitiremos que deshonren la memoria del Obispo Zane!!.

Blakk miró fijamente al director, notando la obvia desesperación de este, como si tuviera miedo de que encontrara algo muy sospechoso en los documentos. Esto solo lo invito mas a obtener dichos documentos.

— ¿Acaso le tengo que repetir que pasara si impide mi investigación?. —con una sonrisa victoriosa:— Obstrucción de la ley, en este país es casi un delito capital, le podrían caer 10 años de cárcel, y ni hablar si encontramos que ha alterado evidencia. —el hombre lo miró aún más nervioso, esa expresión la conoce, es de alguien que teme ser descubierto, por lo que empujó más:— ¿Hay algo que tengamos que saber, director Ricobeth?.

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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El misterio de la Sede Episcopal (+18 *gay panic*)[Bajoterra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora