II

323 51 1
                                    


Cuando cumplió doce años su fiesta de cumpleaños fue enorme, había grandes castillos inflables, muchos regalos y niños corriendo por doquier, pero Han Eul se mantuvo mirando desde la ventana de su habitación, Yeoun estaba feliz al lado de su padre, ambos conversaban con los invitados siendo felicitados por la fiesta, por su feliz matrimonio por todo lo perfecto que era su familia.

Pero para Han Eul no era así, desde que su madre murió, ya nadie le leía cuentos, nadie le arropaba antes de dormir, Yeoun no la mimaba como lo hacía su madre, ella solo estaba concentrada en lo básico, vestirla, alimentarla y cuidar de su salud. Ella no era su madre.

—Mi amor —toco la puerta antes de entrar a su habitación —vamos a partir el pastel, y la niña del cumpleaños debe de estar presente.

—No quiero bajar, yo no quería una fiesta.

Se acerca a ella y la abraza, Han Eul se sostiene del cuello de su padre.

—Hazlo por mí, Yeoun se esforzó mucho para que todo estuviera tal y como te gusta.

—Ella no sabe nada de mí, ya no me gustan esas cosas, desde mamá ya no quiero saber de castillos y princesas.

—¿Ya no serás mi princesa? —le levanta el mentón.

—Ash, eso no es justo papi —hace un mohín —bajare por ti, pero solo a eso.

Bajan y se van directo a la mesa donde estaba el pastel, todo les comienzan a cantar a Han Eul, sopla las velas sin mucho gusto y todos terminan aplaudiendo.

—Queremos aprovechar que todos están aquí, para anunciar que Yeoun y yo seremos padres de nuevo.

—¡Estoy embarazada!

Todos se fueron a felicitarlos mientras Han Eul miraba el pastel sin superar la noticia, nadie noto cuando se levanto de la mesa y volvió a meterse a la casa, esa noche la pequeña lloro hasta quedarse dormida, ella no deseaba hermanos, mucho menos de Yeoun. 

Libro #4 Cian (J.H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora