Final.

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Los días pasaban, Yeoun estaba cada vez mas ansiosa, mas paranoica, Hoseok no le prestaba casi nada de atención, prefería dormirse en su oficina que estar en la misma cama con ella, el olor a perfume femenino a veces llenaba la ropa de su esposo, así como los mensajes que contestaba con toda la emoción en su rostro.

—En verdad solo necesito una pastilla más.

—No puedo darte otra Yeoun, estas desarrollando una adicción, eso no esta bien, mejor busca alguna actividad que te ayude, Soobin ya duerme en mi cuarto porque tu no despiertas para atenderlo.

—Estoy muy triste Han Eul, tu padre me engaña, se que a ti no te afecta porque eres su hija, pero ¿Qué pasara si el me bota?

—No lo hará, relájate.

—Solo dame una pastilla más, prometo no pedirte más.

Han Eul, le dio el frasco a su madrastra, mientras subía a bañar al pequeño Soobin, que estaba encantado en los brazos de su hermana, el pequeño ya no la veía mas como su hermana, la veía como su madre, pues ella se encargaba de todos los cuidados del pequeño, habían contratado una nana, para que ayudara cuando ella estaba en la escuela.

Cuando ella llegaba de clases, preparaba la comida para el pequeño, jugaba un poco con él, le daba la merienda, después lo bañaba, y arropaba para dormir, después ella se iba a su habitación a hacer sus deberes, la nana se retiraba apenas ella llegaba, y su madrastra perdía la conciencia en el sofá.

—Usted es un ángel señorita, mire que no todas las hermanas hacen algo así por sus hermanitos, me da pena su pobre madrastra, verla ahí tirada todos los días es lamentable, a veces se ha puesto agresiva cuando el señor no le contesta las llamadas.

—Solo cuidemos que no se acerque mucho a Soobin cuando este así, no queremos que le haga daño al pequeño.

—Nunca lo dejo solo con ella —la nana tomo sus cosas —la vere mañana, cuídese señorita Jung.

—Gracias señora Lee.

El letargo a Yeoun le duraba toda la tarde, a veces no despertaba hasta el día siguiente, pues ya no le servía solo los calmantes, los comenzó a mezclar con vino, para poder perder la conciencia en paz y no pensar en nada.

Ese día se sintió mal, le dolía el estómago, se levantó para ir al baño. Camino sujetándose de las paredes, todo se movía, no tenía coordinación, escuchaba pequeños zumbidos, así como sentía adormecidas las extremidades.

Intento articular palabras, pero eran mas balbuceos que otra cosa, su cuerpo no lo sentía suyo, cuando camino hasta su cuarto escucho algunos jadeos salir de la habitación de Han Eul. Miro que ella se movía en su cama sobre de alguien, ella gemía alto, se acercó y abrió la puerta, mirando quien estaba debajo de ella, el pulso se le acelero, todo su cuerpo se lleno de ira, de asco, de odio, Hoseok gruñía mientras le amasaba los pechos disfrutando de los rebotes de su hija.

Han Eul miro hacia la puerta sonriendo ampliamente sin dejar de moverse, Yeoun quiso decir algo, pero la vista se le nublo y perdió la conciencia.

Dos días después en el hospital se despertó, poco a poco sus ojos se abrieron, mirando el techo pulcro del hospital, en su garganta había un tubo pequeño el cual la comenzó ahogar, las enfermeras llegaron para retirarlo.

Pudo respirar de nuevo, después de toser un par de veces.

—Señora Jung tranquila —observo al hombre de bata blanca acercarse para hacerle un chequeo —es bueno que volvió a nosotros, por poco la perdimos.

—¿Qué sucedió? —su voz era raposa y baja.

—Hable lo menos que pueda, aun esta sensible por el tubo que tenia —le tomo la presión — tuvo una sobredosis con los calmantes que consumía.

—¿Mi esposo?

—Ya se le mando a llamar, pero su hija esta aquí.

Han Eul entro con el rostro preocupado, se acerco para tomar su mano.

—Que bueno que despertaste, padre estaba muy preocupado, Soobin no paraba de llorar por ti.

Apenas vio a la chica recordó lo que había visto, de nuevo el horror y la ira se acumularon en el pecho de Yeoun, lo cual la hizo saltar de la cama para empezar a ahorcar a su hijastra, los doctores y enfermeras se apuraron para quitársela, pues empezaba a lograr que se pusiera morada.

—¡SUELTENME, SUELTENME! ¡ESA PUTA SE ACUESTA CON MI ESPOSO!

Han Eul se sostiene el cuello, mientras las lagrimas empiezan a salir, la enfermera le ayudo a levantarse.

—¿Qué le pasa? ¿Por qué dice esas cosas?

Trataban de controlarla, así que la ataron a la cama, dándole un fuerte tranquilizante, para que dejara de luchar.

—En los adictos a los calmantes, es normal que presenten cierto tipo de alucinaciones, mas con personas cercanas a ellas.

—Pero es muy horrible lo que dice.

—Tranquila, es la droga hablando por ella.

Nadie creía a la pobre Yeoun lo que ella había visto esa noche, pues la sobredosis hablaba por ella, además de que todos los calmantes estaban suscritos a su nombre. Al igual que los testimonios de la Nana, que decía que ella jamás estaba presente para nada con el pequeño Soobin siempre la vio drogada.

Han Eul había llegado a clases con moretones en los brazos, que nunca menciono como se los hacía, hasta que los rumores de lo que había pasado con su madrastra fue esparcido.

"La hacia cuidar a su hermano más pequeño"

"ella hacia todas las labores domésticas"

"solo se gastaba el dinero de su padre"

"Incluso no le dejaba comprarse mas ropa o zapatos, porque la tenía como esclava"

Aumentaban o disminuían, hasta que todo esto causo que un veredicto se escuchara.

"Jung Yeoun, permanecerá en un hospital psiquiátrico hasta que demuestre algún signo de salud, su hijo Soobin quedará en la custodia total de su padre Jung Hoseok"

Jung Han Eul, por fin pudo vivir feliz para siempre con el príncipe que siempre soñó...su padre.






TERMINAMOS!!!!

Nuestros retelling llegaron a su fin, creo que la mayoria penso que mataria a su madrastra, pero es mas facil deshacerse de ella viva que muerta, todos vieron siempre lo que la pequeña Han Eul deseo....Besitos en el  yoyopo.

Libro #4 Cian (J.H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora