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DEJO UN PEQUEÑO DISCLAIMER PARA RECORDAR QUE TODO ES FICCION Y NADA DE LO QUE SE EXPRESA AQUI DEBE SER TOMADO CON SERIEDAD......




Yeoun había tardado poco mas de dos años en recuperarse de la perdida de sus bebes, además de que su pierna había quedado un poco mal después de aquella caída, así que el segundo intento de tener un hijo fue más delicado, además de que se la pasaba mas en casa de su madre para que la ayudara con los cuidados porque le había desarrollado cierto terror a su hijastra.

Esa época fue gloriosa para Han Eul, pues no tenia que estar soportando el mal humor de su madrastra además de que tenia un poco mas de libertad en la casa. La pubertad había tocado a su puerta también, dándole un cuerpo extraordinario, tenia piernas largas y torneadas, que subían hasta un trasero redondo su cintura hacia ondas balanceadas hasta sus pechos que aun no terminaban de desarrollarse, pero eran notorios y firmes.

—¿Princesa?

—En la cocina papi—este fue hasta el lugar mirando a su tierna niña preparándose un sándwich, mientras que en la mesa había algunos cuadernos abiertos —¿Te preparo uno?

—No nena estoy bien —se sienta mirando los libros —¿Tarea?

—Iré a estudiar a casa de unos amigos, tenemos exámenes esta semana y debo avanzar más.

La observa de arriba abajo, llevaba unos pequeños shorts negros y solo una camisa oversize rosa, su cabello negro estaba atado con dos trenzas y traía un poco de brillo labial.

—¿Quiénes irán contigo?

—Los de siempre, Hana, Laila, Yeonjun y Kai —da una mordida al sándwich —¿Por qué?

—Vestida así no deberías, van a ir chicos y...

Han Eul se sienta en las piernas de su padre y se recarga en su pecho, mientras sigue comiendo.

—Estaré bien, solo iré a estudiar.

—Se que es así princesa, Yeoun ya viene mañana con tu hermano.

—Esta bien —se levanta —mejor me quedare en casa de Hana, no quiero dormir sola en casa de nuevo.

—Hoy me quedare aquí, me iré mañana temprano por ellos, ya quiero a toda mi familia junta.

—Me esforzare por ti —comienza guardar sus cosas sin decir nada mas —te veo en la tarde.

—Mi niña —le toma la mano —se que todo ha sido complicado para ti, por eso agradezco lo buena que eres con todo esto.

Han Eul le besa la comisura de los labios y se va.

Hoseok tenia tiempo que no estaba con su mujer, pues el embarazo y lo delicado de su situación durante su recuperación había estado en abstinencia, por eso aprovechaba los ratos a solas para complacerse, se sentaba en la sala colocando alguna película pornográfica para estimularse mientras tocaba su miembro sobre el pantalón hasta que lo sentía suficientemente duro para sacarlo y comenzar a masturbarse de manera lenta.

Sus jadeos se escuchaban combinados con la televisión de fondo, se encontraba realmente sensible hoy, su lado hormonal le había jugado una mala broma al sentir la tierna piel de Han Eul en sus piernas, es por eso que deseaba olvidar esa idea con la película puesta.

Pero todo empeoro cuando su hija llego de sus horas de estudio, escuchando aquel sonido de el televisor encendido, anuncio su llegada, pero su padre estaba tan concentrado en el placer que su mano le proporcionaba que no presto atención. Han Eul se asomo quedando un poco en shock con la escena, había visto miembros masculinos antes, pero los chicos de su edad no poseían aquella longitud ni grosor, el sonido gutural que su padre hacia le causo un escalofrió que ataco su entrepierna.

Dejo su mochila en el suelo y se acerco con pasos lentos, su padre se dio cuenta asustándose de inmediato.

—Han Eul—Se cubrió con una de las almohadas del sofá— yo...no debías ver esto.

—Tranquilo papi —dijo con un tono de voz dulce — ya entiendo muchas cosas, se las necesidades de un hombre, también se que debes de extrañar mucho a tu esposa —se sentó a su lado haciendo que su padre se sintiera nervioso —jamás te juzgaría por algo como esto —deslizo la almohada para poder observar un poco mejor aquel enorme miembro —¿Recuerdas que soy tu dulce niña? —toco con cuidado el glande inflamado.

—No —aparto su mano —eso no es correcto.

—No haremos nada malo —lame su mano y vuelve a tomar el miembro dando un movimiento suave —solo es tu hija siendo buena niña, solo quiero ayudarte papi —se le acercó al oído —cierra los ojos y deja que tu princesa se encargue, Yeoun ni nadie lo sabrá, prometo solo será esta vez.

Al sentir como los movimientos subieron de intensidad, Hoseok se aferro al sillón como si el hecho de no tocar a Han Eul bajara un poco el pecado que estaban cometiendo, quería apartarla quería escuchar esa voz en su cabeza que le decía de lo aberrante de la situación. Pero los pequeños besos en su cuello y el olor del shampoo de cereza de su hija lo tenían al borde del delirio, sintió la acumulación del calor de su cuerpo unirse en los últimos movimientos previos al clímax dado por su dulce hija, chorros de su semen brotaron sin control llenando la mano de Han Eul, así como partes de su ropa.

—¿Ves papi? —deposito un tierno beso en su mejilla —te sientes mejor, y todo esta bien ahora, iré a ducharme.

Pero no esta bien, nada estaba bien, al menos no para Hoseok.

Libro #4 Cian (J.H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora