Kara se quedó ciega cuando tenía nueve años. Con el apoyo de su familia y amigos lleva una vida normal. Es estudiante de periodismo en la universidad de National City, le apasiona el atletismo y está saliendo con el capitán del equipo de fútbol.
Un...
Buenaaas!! Sí, lo sé, lo sé, siempre digo que itnentaré tardar menos en subir capítulo y al final me tiro la vida para escribirlos. Lo sientoooo. Pero aquí está, por fín, recientito. Espero que os guste y el próximo espero de verdad no tardar tanto en subirlo.
Como siempre, quiero leer vuestros comentarios, vuestras teorías... Eso me motiva, porque así sé que la historia os está gustando y que quereis más.
"¡Pues claro que te quiero más que a un Hámster! ¡Pero patata peludita no era tontorrón!"
KARA
14 de Febrero de 2021
Mike llevaba dos semanas en casa. Después de pedirle a Lena que le trajéramos, ella enseguida pidió todo lo necesario y tardaron un par de días en tenerlo instalado. La enfermera que habíamos contratado, se encargaba de él la mayor parte del tiempo, mientras yo me ocupaba de Sarah. Los primeros días, solía entrar varias veces para que Mike pudiera ver a Sarah y estar un rato con ella. Pero después, la habitación empezó a coger un olor a medicinas y enfermedad que no podía soportar demasiado, a pesar de estar bien ventilada, así que sólo entraba un ratito por las tardes, cuando Lena estaba en L-Corp. Y por las noches, antes de acostarme. Aunque no solía quedarme más de diez minutos. Además, Mike cada vez permanecía menos tiempo despierto. No solía despertarse hasta pasada la hora de comer, lo que me venía bien.
Lena pasaba las mañanas en casa, ayudándome con Sarah. Salíamos de paseo con ella y con Rex por la playa, al parque... Quería que viera, y que sintiera, que el tener a Mike en casa, no haría que la descuidase o estuviese menos pendiente de ella. Por las noches, cuando llegaba de L-Corp, yo solía esperarla viendo la televisión y con la cena preparada en la mesa para las dos.
Hoy, cuando me desperté, bajé directamente a la cocina, donde Lena ya estaba preparando el desayuno. Escuché a Sarah protestar entre sus brazos y me acerqué, rodeando a Lena con mis brazos por detrás.
-Kara: Buenos días...
-Lena: Hola – dijo besándome. – Sarah tiene hambre, ¿puedes darle el pecho mientras termino con esto? Es complicado hacer el desayuno con un bebé en brazos – dijo riéndose.
-Kara: Claro. Dámela – dije cogiéndola y sentándome en una silla- ¿Qué hora es?
-Lena: Las diez y cuarto.
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