Kara se quedó ciega cuando tenía nueve años. Con el apoyo de su familia y amigos lleva una vida normal. Es estudiante de periodismo en la universidad de National City, le apasiona el atletismo y está saliendo con el capitán del equipo de fútbol.
Un...
¡¡¡SORPRESA!!! ¡NUEVO CAPÍTULO! Y no he tardado uno o dos meses en aparecer, ¡MILAGRO! jajaaja. Bueno, la verdad es que necesitaba desconectar un poco y después de pasarme unos días leyéndome varias historias Supercorp en Wattpad, de pronto me vino la inspiración y las ganas de escribir de nuevo. Y no puedo creerme que sólo haya tardado 3 días en escribir este capítulo y ya haya empezado también con el siguiente.
Espero que esto signifique que vuelvo a coger el ritmo. Pero bueno, de momento, os dejo este capítulo, que espero que disfruteis leyéndolo tanto como yo escribiéndolo.
"Sería horrible que lo primero que vieras fuera una cosa gorda y negra revoloteando por ahí."
KARA
20 de Julio de 2021
Después de un mes haciéndome varias pruebas y adaptándome a mi nuevo puesto como directora de Catco, por fin llegó el día de mi operación.
Estaba sentada en la cama de la habitación del hospital, con Lena a mi lado, cogiendo mi mano. Estaba muy nerviosa, a pesar de que Alex y mi madre también estaban allí.
-Kara: ¿Ha llamado tu madre?
-Lena: Kara, sólo hace dos horas que dejamos a Sarah con ella. No te preocupes, las dos estarán bien. Y Rex las cuida.
-Kara: ¿Cat ha...?
-Alex: La señora Grant ha dicho que como se te ocurra preguntar por el trabajo, tengo permiso para darte un golpe en esa cabeza dura que tienes. Así que más te vale no terminar esa pregunta.
Suspiré. La señora Grant me había hecho el enorme favor de volver a Catco para ocuparse de todo durante el tiempo que estuviera en el hospital. Eso me dejó más tranquila. Sabía que Nia y Winn ya tenían bastante con estar adaptándose a sus nuevos puestos y no quería meterles más presión. Y tampoco quería dejar Catco en manos de ningún desconocido. Aunque sólo fueran por unas semanas.
Les pedí a Winn, Andrea, Nia, Maggie e Imra que no vinieran. No tenía sentido que se pasaran horas y horas en una sala de espera. Además, todos tenían trabajos de los que ocuparse y Andrea estaba embarazada, así que no quería que estuviera en el hospital.
-Lena: ¿Estás bien?
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-Kara: Un poco asustada...
-Alex: Eh... - dijo cogiendo mi otra mano – Yo voy a estar ahí, ¿vale? No puedo operarte, pero me han permitido estar presente para controlar todo. Sé cómo funciona el escáner y los nuevos instrumentos que se van a usar y si alguien tiene dudas, podrán preguntarme. Aunque te aseguro que el equipo que te va a operar está más que preparado y Siobhan es la mejor. Estas en buenas manos.
