𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒

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Minho y Chan se sentaron en el suelo, uno delante de otro, mirándose fijamente

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Minho y Chan se sentaron en el suelo, uno delante de otro, mirándose fijamente. El antiguo rubio suspiró.

— ¿De qué quieres hablar?

— De... nosotros —Fue lo que respondió—

— Christopher, no existe un nosotros —Negó—

— Minho... —Insistió—

— No, ese nosotros se hundió en el mar hace cuatro o cinco años —Siguió— Y sabes bien de quién es realmente la culpa...

— Si, lo sé, y por eso quiero remediarlo...

Minho negó con la cabeza y miró sus pies.

— No puedes remediar cinco años de abuso físico y mental por un tonto malentendido —Respondió, tajante— No puedes...

— Sí que puedo —Le interrumpió—

— No, no puedes Christopher —Negó cerrando sus ojitos, suspirando— Y menos cuando han sido por tu culpa...

— Cometí un error, rubito —Insistió— Uno muy grande, pero te he estado buscando...

Minho frunció su ceño y le miró fijamente.

— Por eso hemos chocado —Suspiró— Cuando me enteré de la verdad, empecé a buscarte por todos lados...hasta que llegué a tu barco...

El menor tragó saliva y miró a sus pies descalzos.

— No seas mentiroso...

— Es la verdad, Minho —Agarró sus manos— Te he estado buscando...por mar y tierra...

— ¿Cómo sé que no es una mentira y...que luego me llevarás con Minhyuk para que pueda acabar finalmente conmigo? —Mordió su labio—

Chan lo miró fijamente, notando la inseguridad en los bonitos ojos del chico. Lentamente acarició sus manos y lo acercó más a él.

— Nunca haría eso...

— Ya lo has hecho —Le recordó—

— Cometí un grave error, pero juro que no se va a volver a repetir —Insistió más— Por favor, dame una oportunidad, Minho...

El muchacho miró al suelo, pensativo. La confianza en las personas la había perdido, solo podía confiar en Eric, quien había cuidado de él.

— Bien —Finalmente aceptó— Pero vas a tener que esforzarte mucho...

— Lo haré, te lo prometo —Sentenció—

Se miraron fijamente por unos segundos más, hasta que Eric entró de repente y los interrumpió.

— Eh, vosotros dos coquetos, Jennie nos está llamando, van a repartir la comida —Explicó—

Bang Chan vio como los ojos de Minho se iluminaban con la mención de la comida. Eso le hizo replantearse como había sido tratado en ese extraño barco.

𝐁𝐀𝐃 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐄𝐍𝐒 - 𝐁𝐀𝐍𝐆𝐈𝐍𝐇𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora