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Minho miró a Enna confundido, pues esta se estaba sentando en el suelo con Jennie a su lado. Chris las imitó, y luego agarró al rubio para sentarlo a su lado. La anciana le agradeció en silencio.
— No sabes quienes son tus padres, ¿verdad?
Lee frunció su ceño.
— ¿Como sabe eso? —Susurró extrañado—
— Tu madre era de aquí, Minho —Contó— Se llamaba Arana, y era la chica más bonita de toda la aldea..
» Tu padre, por el contrario, era un pirata que naufragó y acabó en esta isla. Arana fue quien le ayudó y lo integró a nuestra tribu. Él se llamaba Younghoon, venía de otro paraíso..
— Corea... —Acabó diciendo Minho—
— Así es —Asintió— Se enamoraron en meses, y pronto celebraron una boda en la aldea..
» Pero claro, lo bonito no dura para siempre, por desgracia. Unos piratas enemigos de Younghoon llegaron a la isla buscándolo, y arrasaron con todo. En ese momento tu madre estaba embarazada de tí, Minho. Los llevé a un pasadizo que llevaba a un barco secreto, justo detrás de esta sala. Huyeron juntos, prometiendo volver para presentarnos a su hijo, pero nunca lo hicieron. Perdimos la fé de verte hace unos siete años, pero aquí estás.
El chico se había quedado sin palabras ante la historia de sus padres. No sabía que su madre venía de esta aldea, y que él tenía algún tipo de conexión con la isla.
— Kang es el descendiente del mayor enemigo de tu padre —Siguió hablando— Por eso está obsesionado contigo, Minho...
» Su padre lo crió con el pensamiento de hacerte suyo de cualquier forma, para así hacer sufrir a tu padre, pero nunca se enteraron de que Younghoon está muerto...
— Por eso me trataba así... —Murmuró—
— ¿Así como? —Chris, que había estado callado todo el rato, habló—
— Cuando estaba en el barco, constantemente me trataba como si fuera mi pareja —Explicó— Era muy extraño, pero ahora lo entiendo...
— Ahora va a venir a recuperarte, y debemos estar listos para la batalla —Interrumpió Enna— No es momento para celos —Miró fijamente a Bang Chan—
— Vamos con el resto —Sentenció Jennie— Pueden estar en peligro...
Los tres asintieron y se levantaron, saliendo de allí con rapidez. Minho iba el penúltimo, seguido de Enna. La anciana lo frenó y le tendió una especie de collar, con una pequeña caracola.
— Este collar era de tu madre —Le comentó— Ahora te toca llevarlo a tí...
El rubio agarró el collar y se lo puso asintiendo, para luego seguir caminando hasta salir de allí y volver con el resto. Felix se acercó a él, Yeji estaba llorando en sus brazos mientras repetía su nombre sin parar.
