𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒

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Los días empezaron a pasar, y todo iba muy bien a opinión de Minho

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Los días empezaron a pasar, y todo iba muy bien a opinión de Minho. Chris cada día era más atento con él, le cuidaba desde lejos, y Yeji ahora era como su hija. No la había adaptado como tal, pero la niña pasaba todo el día con Minho, incluso para dormir.

Ahora estaban en un descanso, todos estaban en la orilla, disfrutando del día. Bang Chan, Felix, Changbin, Eric y Jennie estaban en el mar, jugando todos juntos y riendo. Por otro lado, Minho estaba sentado sobre una manta, con Yeji sobre su regazo. Hacía calor, pero sentía vergüenza si se quitaba la camiseta, entonces se tenía que aguantar. Yeji jugueteaba con sus deditos y miraba a todos lados con sus ojos grandes y brillantes.

Suspiró lentamente, ahora comprendía a las madres solteras que cuidaban de sus bebés, Yeji era como su bebé, su niña. La quería demasiado.

Estaba mirando los cortos cabellos de la niña cuando sintió la sombra sobre él. Al levantar los ojos vio que era Chan, que le miraba con una sonrisa. Estaba totalmente empapado, las gotitas de agua caían por todo su cuerpo.

Minho le miró fijamente y movió su cabecita, como preguntándole porqué estaba allí.

— ¿No vas a bañarte? —Señaló al mar—

— No, no... —Negó— Debo cuidar a Yeji...

— Vamos Minho, puedes dejar a la niña con Felix, sabes que se llevan bien —Se arrodilló— Tienes que divertirte un rato...

— Yo me divierto aquí —Murmuró—

— No digas mentiras —Agarró a la niña—

— Chan...

— Shhhh —Puso un dedo en sus labios—

Bang Chan llevó la niña con Felix, que se había salido junto a Changbin y se estaba secando. Chris le convenció, pues quería pasar tiempo a solas con Minho.

Volvió junto a él y sin siquiera preguntar lo levantó, como en las bodas. Empezó a caminar a una zona de la orilla cubierta de piedras y árboles, para más intimidad. Sabía que a Minho le daba vergüenza desnudarse delante de tanta gente que no conocía a fondo.

— Aquí mejor, ¿no? —Susurró—

— Chan... —Suspiró, negando—

— Minho, no le tengas miedo a tu cuerpo...

Chris sostuvo su cintura y le obligó a mirarle.

— Eres perfecto tal y como eres —Le dijo— Flaco, gordo, rubio, moreno...da igual, eres genial..

El pelinegro lo miró fijamente y apretó sus labios con fuerza, suspirando.

— Chan, las heridas pueden darle asco a la gente y miedo a los niños... —Explicó—

— Aquí solo te puedo ver yo —Murmuró—

— Eso es peor —Sacudió su cabeza—

— ¿Qué? —Frunció su ceño— ¿Por qué?

Se abrazó a sí mismo y negó lentamente. No se sentía cómodo aún, tenía miedo.

— Minho.. —Chan suspiró— Te he dicho que eres perfecto, y sabes que yo no te juzgaría...

— ¿Cómo sé que puedo confiar?

Se quedaron totalmente callados, mirándose el uno al otro sin decir nada. Chris suspiró y llevó su mano a los cabellos de Minho.

— Sé que es difícil después de lo que hice, pero quiero que te sientas seguro aquí —Musitó— Ya sé que te hice daño, pero estoy intentando remediarlo y demostrarte que realmente te quiero...

Minho aguantó la respiración durante unos segundos, hasta que llevó sus manos a los bordes de la camiseta y empezó a quitarsela. Quedó en pantalón, bajo la mirada de Chan.

Su cuerpo tenía marcas por prácticamente todos lados, moradas, rojas...

— ¿Contento? —Minho se cruzó de brazos, tapando su abdomen—

— Eres el ser más bonito que he visto en mi jodida vida, rubito —Aseguró, acercándose a él—

— No digas e.. —Chris lo interrumpió—

— Sabes que es verdad... —Llevó su mano a sus hombros, con cuidado—

El antiguo rubio se quedó callado simplemente, y se atrevió a dejar su cabeza apoyada en el hueco entre el cuello y el hombro de Chan, de frente. Le recordó al momento en el que estuvieron bien juntos, que confiaron el uno en el otro. Que mala suerte tuvo que Minhyuk se cruzó en su camino.

— Vamos al mar, ven —Murmuró—

— Chan... —Lo frenó— Yo...aun le tengo algo de miedo al mar...

Chris sonrió y se acercó.

— No te preocupes, yo te sostengo...

Minho dudó, pero decidió confiar en él por primera vez en mucho tiempo. Caminaron los dos juntos a la orilla, donde sintieron la frialdad del mar rozar sus pies. Minho se ilusionó, hacía tanto que no tocaba otras cosas con su piel que no fuera la madera roñosa del barco. Chris agarró una de las manos del chico y empezó a caminar hacia la profundidad del mar. El agua les llegó por el pecho, y Chan decidió que era momento de cargar a Minho. Lo alzó con cuidado y lo sostuvo de la cintura, para sorpresa del menor.

— Yo te sostengo... —Murmuró—

Se quedaron así, Minho confiando en Chan, con su cabecita apoyada en el hombro del mayor mientras este lo sostenía con cuidado. La tranquilidad los llenó espléndidamente. Minho ya no pensaba en su cuerpo marcado, solo podía disfrutar de su momento con Bang Chan.

— Voy a cuidarte Minho, para que tu cabello vuelva a ser como antes —Murmuró— Como a tí te gustaba...

— Eso espero.. —Comentó, por lo bajo—

Chris lo abrazó con cuidado y se quedaron así durante un buen rato, hasta que escucharon la voz de Jennie llamarles.

— Vaya, creo que es hora de volver...

— Parece que sí —Asintió Minho—

Salieron con cuidado y caminaron por la orilla hasta llegar donde los demás, con sus manos entrelazadas todo el camino hasta el momento de enfrentar al resto, que se separaron.

Salieron con cuidado y caminaron por la orilla hasta llegar donde los demás, con sus manos entrelazadas todo el camino hasta el momento de enfrentar al resto, que se separaron

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Hehehe

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𝐁𝐀𝐃 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐄𝐍𝐒 - 𝐁𝐀𝐍𝐆𝐈𝐍𝐇𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora