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Minho se entretuvo todo el día con los niños del orfanato. Yeji se había encariñado con él y no quería dejarlo ir a la hora de la cena.
— Yeji, pequeña, Minho tiene que cenar —Insistió Enna, suspirando mientras trataba de agarrar a la niña—
— ¡Ño! —La pequeña se negó, abrazando más fuerte el cuello de Minho—
— No se preocupe —Le dijo a la anciana— Si me lo permite, puedo llevarla conmigo a la cabaña y...que pase la noche conmigo...
Era lo más lógico, pues cada vez que Minho soltaba a Yeji esta empezaba a llorar con muchísima fuerza, gritando lo que parecía ser su nombre. "Mino" "Mino".
— ¿De verdad no te importa?
— De verdad, sería un honor para mí llevarme a esta pequeña conmigo —Murmuró, tímido—
— Entonces bien, deberías ir ya, creo que Jennie te ha dejado la comida en tu cabaña —Le dijo—
— Muchas gracias por dejarme estar aquí con usted —Hizo una pequeña reverencia—
— Deja de dar las gracias, chico —Ser rio bajo la mujer— Eres totalmente bienvenido...
Minho sonrió levemente y, tras despedirse de la anciana con su mano, salió del orfanato. Caminó cargando a la pequeña bebé con cuidado hasta su cabaña. Entró lentamente y vio que Chris estaba ahí, cambiándose. Se puso colorado, y tapó con rapidez los ojos de la niña mientras él cerraba los suyos.
— ¡Oh! Minho... —Chan se puso rápido la camiseta— ¿Qué haces con...ese bebé?
— Uhm, se llama Yeji, y es del orfanato —Explicó lentamente— Se ha encariñado conmigo y...no he tenido más remedio que traermela para que no llorase...
— Es adorable —Susurró, acercándose—
La bebé sonrió viendo al antiguo capitán, que ahora le hacía carantoñas graciosas para que ella se riera. Minho se quedó embobado viendo la escena. Sabía que sus sentimientos por Chris seguían ahí, y aún muy fuertes.
— No te importa que se quede con nosotros, ¿cierto? —Preguntó suave Minho—
— No, claro que no —Negó con su cabeza—
— Bien...
Se miraron durante unos segundos hasta que Chris le tendió una bandeja de madera llena de comida.
— Jennie ha traído tu cena —Susurró—
— Gracias, ¿podrías agarrar a Yeji mientras ceno? —Le pidió—
— Claro que sí —Asintió—
Le dio a la bebé y agarró la bandeja, sentándose en la cama.
