BUSCANDO ARREGLO / SEEKING ARRANGEMENT | LEVI X PETRA | +18

CAPÍTULO 5: SEGUNDA CITA

Levi sabía mejor que dudar de Erwin, por incontables veces, tenía razón. De nuevo. Pero a diferencia de su habitual actitud hosca cuando se demuestra que estaba equivocado, Levi no pudo evitar sentirse nada más que relajado mientras se recostaba contra la gran bañera con patas. La espalda de Petra estaba pegada a su pecho, y él le frotó los hombros en círculos con las manos mojadas en aceite de lavanda.

Olía a comodidad y santuario, y con los lindos suspiros y el cuerpo desnudo de Petra, Levi no quería irse nunca. Con los brazos moviéndose para enroscarse alrededor de su cintura, apoyó la barbilla sobre su hombro, su polla se contrajo contra su trasero. Petra se retorció contra él, y mientras se movía a la par de sus movimientos, trató de olvidar todo sobre su orgasmo fingido.

No debería lastimar su ego. Estaba mojada, deseosa, sin rogarle que la tocara. A menos que todo fuera parte del arreglo, pero dejó en claro que esto no era parte del pago. Todo era solo una bonificación, la fruta bañada en chocolate, el vino extra que compró solo para presumir y la variedad de jabones. Se sentía como un pájaro erizando sus plumas, queriendo ser visto y reconocido, y Petra lo lamía todo con una dulce sonrisa y sed de sexo.

Pero cuanto más lo pensaba, más lo frustraba. No quería arruinar el ambiente, no con sus tetas flotando en el agua mientras se zambullía para mojarse el cabello, y luego volvía a subir como una sirena con una mirada hambrienta en los ojos.

Ella agarró su pene, acariciándolo de un lado a otro, y él maulló en su mano. Petra puede tener una inclinación por la súplica que desenterró un deseo sofocado de que él mande, pero su audacia era excitante combinada con su entusiasmo de ojos saltones.

-¿Aquí? -Preguntó él, jadeando mientras ella alineaba sus cuerpos para quedar uno frente al otro.- No tengo condón—

- Sal. -Pidió ella, besándolo mientras gotas calientes caían entre ellos, goteando de su cabello.- Quiero más de ti, mereces relajarte, Daddy.

Él gimió. Allí estaba de nuevo, el título que hacía palpitar su polla. Nunca lo habían llamado así, y no estaba seguro de si debería estar preocupado, pero con su consentimiento, Petra se agachó sobre él y cabalgó sobre su placer. ¿Tenía la sensación de que él aún no había terminado con ella? La estrechez del cuerpo de una mujer no podía compararse con su patética mano, pero sabía que la mitad de su deseo procedía de la propia Petra.

El agua chapoteaba de un lado a otro, los aceites proporcionaban suficiente lubricación, y la mente mareada por el alcohol y la dulzura en la lengua de Petra, volvió a correrse, las cuerdas blancas se dispararon hacia el cálido nido que construyeron. Petra fingió correrse de nuevo, justo antes de que él llegara al precipicio, y si no fuera por sus tetas en su cara, él le habría exigido que se cuidara. Pero se veía perfectamente contenta mientras vaciaban la tina, moviéndose al cuidado posterior donde se acurrucaron en las sábanas después de darse el gusto con las toallas blancas y esponjosas de la posada.

- Quédate. -Dijo ella, tirando de su brazo mientras él iba a comprobar la hora.- Te quiero aquí.

- ¿Estás segura? -El sexo y, de hecho, dormir juntos eran dos formas diferentes de intimidad. Pero Petra le dió unas palmaditas al espacio a su lado, un hermoso rubor rosa salpicaba su rostro mientras se quitaba la bata, desnuda debajo.

- No traje ropa de dormir conmigo.

Con los labios torcidos en una sonrisa, Levi no se molestó en ocultar su erección mientras la acariciaba, trazando patrones perezosos a lo largo de sus brazos hasta que se durmió.

Por esta noche, él podía fingir que ella era suya.

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